NUEVA ORLEANS -- Un panel de expertos internacionales insto hoy a América Latina a reforzar sus instituciones democráticas a fin de estar más preparada para enfrentar los desafíos del crecimiento económico y la estabilidad.
"No puede haber una economía sana mientras haya una política enferma", afirmó el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique V. Iglesias, al inaugurar el seminario Política y Gobernabilidad en América Latina organizado en conjunción con la Reunión Anual de la Asamblea de Gobernadores del BID.
El economista jefe del Banco, Ricardo Hausmann, destacó la relación entre la gobernabilidad y el éxito económico. Al evaluar indicadores como el estado de derecho, los controles contra la corrupción, la efectividad de gobierno y la calidad de los marcos regulatorios de la región, América Latina marcha detrás de Asia y muy a la zaga de los países más desarrollados, dijo.
Por otra parte, recientes encuestas de opinión relevan que los latinoamericanos se sienten insatisfechos con la calidad de sus gobiernos y sostienen que el fenómeno de la corrupción se está agravando en la región.
Hausmann enumeró una serie de escollos de naturaleza política, tales como la fragmentación de los partidos políticos, la volatilidad en las elecciones, el bajo nivel de participación popular, el gran número de gobiernos elegidos por una minoría de votantes, la falta de transparencia en la gestión gubernamental y la falta de cohesión y coordinación entre los poderes ejecutivos y legislativos.
Por su parte, el gobernador de la provincia argentina de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, advirtió que el autoritarismo aún está latente en América Latina, a pesar de los avances logrados en el campo democrático durante la década pasada. Asimismo, Ruckauf insistió en que los gobiernos deben invertir mejor sus recursos en sectores como la educación y las redes viales.
El ex presidente ecuatoriano Osvaldo Hurtado subrayó la importancia de fortalecer los partidos políticos, mientras que el subdirector del Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad de Heidelberg, Dieter Nohlen, puso énfasis en la necesidad de que los sistemas políticos, ya sean presidencialistas o parlamentarios, centralizados o descentralizados, sean aceptados por la ciudadanía como legítimos. Esto implica que cada sistema debe ser evaluado en el contexto histórico de cada país, agregó.