La disponibilidad de los servicios de agua potable y saneamiento en América Latina y el Caribe creció 26 y 27 por ciento respectivamente durante los años 90. Pero para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio establecidos por Naciones Unidas se necesita un crecimiento mucho mayor: 33 por ciento en agua potable y 35 por ciento en saneamiento para 2015.
Se requieren más de US$ 150.000 millones en inversión para alcanzar las metas establecidas para la región. Pero la situación es desalentadora: escasa capacidad fiscal de los gobiernos, empresas de agua insostenibles financiera e institucionalmente, falta de compromiso de los sectores interesados, conflictos jurisdiccionales a nivel nacional y local, y resistencia política y social a las reformas y ajustes tarifarios, están provocando una caída de la inversión en el sector en la mayoría de los países. Lo que se necesita es precisamente todo lo contrario, que haya un aumento en la inversión si se desea cumplir los objetivos.
El Banco Interamericano de Desarrollo está liderando un programa para unir y movilizar los esfuerzos a fin de superar los obstáculos que dificultan la inversión.
Como un primer paso en esta dirección, el BID realizará una conferencia regional sobre el tema en noviembre próximo en su sede de Washington, D.C. En ella, representantes de los sectores público y privado, junto a financistas internacionales, discutirán los obstáculos y desafíos del sector y esbozarán soluciones para revitalizarlo.
La conferencia servirá de plataforma de lanzamiento para que el Banco revise su política y sus instrumentos, conciba formas más efectivas de abordar el asunto y halle formas de superar la brecha de inversión, que ahora parece insalvable.