- La subcontratación es común en proyectos de infraestructura, pero genera riesgos en SST cuando las cadenas no se controlan.
- Principales riesgos: pérdida de control, responsabilidades difusas, baja capacidad técnica, trabajo informal y condiciones precarias.
- Mitigación: debida diligencia, contratos claros, supervisión constante, capacitación, canales de quejas y uso de indicadores.
- Marco del BID (MPAS y NDAS2): Ofrece lineamientos para mitigar riesgos y garantizar condiciones laborales seguras en toda la cadena.
La subcontratación es una práctica común en proyectos de desarrollo de infraestructura financiados por instituciones de desarrollo internacional, incluido el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Este mecanismo permite acceder a conocimiento especializado y ejecutar actividades de modo eficiente, especialmente en sectores como agua, energía y transporte.
Sin embargo, su uso plantea desafíos significativos para la gestión socioambiental y de seguridad y salud en el trabajo (SST), especialmente cuando las cadenas de subcontratación se extienden sin control y la fiscalización laboral es débil o fragmentada.
Si estos riesgos no se gestionan adecuadamente, pueden comprometer los resultados del proyecto, reducir su efectividad y generar costos adicionales para la sociedad.
Los riesgos asociados incluyen pérdida de control operativo, incumplimiento de normativa SST, violaciones a derechos humanos y laborales y riesgos financieros y reputacionales.
Además, aumenta la probabilidad de contratar proveedores que no cumplen con los estándares técnicos, normativos o de SST.
La buena noticia es que, dentro de los proyectos del BID, las agencias ejecutoras pueden contar con un Marco de Política Ambiental y Social (MPAS), que promueve la transparencia, la integridad y la protección laboral y ambiental en sus proyectos.
Este marco ofrece una guía de buenas prácticas para fortalecer la gestión. Más específicamente, la sección relacionada a la Norma de Desempeño Ambiental y Social 2 - Trabajo y condiciones laborales (NDAS 2) ofrece lineamientos de mitigación de estos tipos de riesgo, que discutiremos a seguir.
Los niveles de subcontratación en los proyectos de infraestructura son elevados, según evidencian los proyectos financiados por el BID y estudios realizados por otras organizaciones.
En Perú, se estima que entre el 60% y el 80% de las obras de infraestructura son subcontratadas. En la industria brasileña, que incluye construcción, el 63,1% de las empresas industriales empleaban outsourcing en 2016.
El informe gremial de Colombia reporta que el 79% del empleo en construcción residencial es informal. Esto funciona como proxy de subcontratación o esquemas no directos. En las obras locales en Chile existe un amplio rango de subcontratación que varía entre el 15% y el 60%.
La subcontratación genera riesgos relacionados a la gestión socioambiental y de seguridad y salud en el trabajo:
1. Pérdida de control sobre condiciones laborales. Las empresas pueden delegar tareas críticas sin verificar si los subcontratistas cumplen sus mismos estándares SST, lo que aumenta la exposición a accidentes.
2. Fragmentación de responsabilidades. En cadenas largas de subcontratación, la trazabilidad de responsabilidades se diluye, lo que dificulta la supervisión efectiva y el cumplimiento normativo. También dificulta asignar responsabilidades claras en accidentes o fallas técnicas. Además, genera confusión sobre quién responde ante incumplimientos contractuales o legales.
3. Participación de empresas sin estructura organizativa. Muchas empresas subcontratadas tienen menor capacidad técnica y organizativa. Esto se traduce en más accidentes y enfermedades laborales.
4. Condiciones laborales precarias. Las empresas pueden trabajar con márgenes reducidos, lo que puede implicar una menor inversión en equipos de protección, capacitación o vigilancia médica.
5. Trabajo informal y falta de capacitación, En los últimos eslabones de la cadena, se puede encontrar trabajadores sin contrato formal, sin equipos adecuados de protección personal (EPP) ni formación en SST.
6. Desigualdad en el acceso a beneficios. Los trabajadores subcontratados pueden no recibir beneficios de salud, seguros o formación en prevención de riesgos a diferencia de los empleados directos.
Reducir los riesgos de seguridad, salud y trabajo (SST) en la subcontratación de proyectos de infraestructura requiere una combinación de aplicación de políticas, planificación proactiva y fortalecimiento de capacidades, incluyendo:
- Debida diligencia exhaustiva: antes de contratar, realizar una rigurosa evaluación financiera, de experiencia y técnica de los subcontratistas, para asegurar el cumplimiento de las políticas de SST.
- Elaborar contratos claros: incluir cláusulas con responsabilidades, políticas y directrices de SST, estándares aplicables, obligaciones específicas de SST y condiciones para futuras subcontrataciones.
- Ejercer una supervisión activa: establecer un sistema sólido de monitoreo y auditoría para verificar el rendimiento y la calidad del trabajo del subcontratista y el cumplimiento de las normativas. Verificar el cumplimiento de los estándares SST en toda la cadena de subcontratación.
- Invertir en capacitación y sensibilización: asegurarse de que todos los trabajadores de la cadena reciban formación en SST.
- Implementar mecanismos de comunicación: mantener una comunicación transparente y fluida para corregir problemas a tiempo y de forma eficaz.
- Planificar para contingencias: identificar los riesgos potenciales y establecer planes para minimizarlos, eliminarlos o aceptarlos, incluyendo retrasos y sobrecostos.
- Crear mecanismos de quejas accesibles: crear canales eficaces para reportar violaciones sin represalias.
- Usar indicadores SST de desempeño: usar métricas clave para visualizar riesgos y tomar decisiones basadas en datos.
- Cumplir con las políticas del BID: para los proyectos financiados por el BID, asegurarse de que el contratista principal y todos los subcontratistas comprenden y cumplen las Políticas de adquisiciones y las Políticas ambientales y sociales, específicamente la NDAS 2.
La subcontratación en proyectos requiere una gestión rigurosa para evitar que se convierta en un foco de vulnerabilidad. La subcontratación no debe ser sinónimo de precarización. La implementación de buenas prácticas, supervisión activa y controles contractuales es clave para garantizar que todos los trabajadores, sin importar su posición en la cadena, operen en condiciones seguras y dignas.
La clave está en la transparencia, la fiscalización efectiva y el compromiso ético de todos los actores involucrados.