La cinematografíase preparapara premiar la creatividad, el talento y la contribución de las artes escénicasen un año cargado de drama.La pieza de una destacada creadora chilena,Maite Alberdi,compite porocupar una posición entre las nominadasa MejorPelícula Extranjera y MejorDocumental en los premiosÓscar. Se trata deEl Agente Topo, la historia de un improvisadoespíaque se infiltra en una residencia de mayores paraconseguir ciertas evidencias.Sin duda este resumen no le hace justicia aunahistoria que conmueve, sorprende y encanta con la revelación de un mundo íntimo y cargado de testimonios en primera persona. No es una la historia que se cuenta sino muchas a través de sus ojos.
La pandemia delcoronavirus ha resultado catastróficaparalas personas de mayor edad. Pero probablemente es enhogares o residencias de larga estanciadonde estos efectos han sido más devastadores.
El más reciente informe de laRed Internacional de Cuidados de Largo Plazo(International long-term care policy network)cifra en más de325.000lasmuertestotalesde residentes dehogares de mayoresatribuidas a COVID-19considerando sólo un grupo de 22 países incluidos en el reporte.Alrededor del 5%y el6% de todos los residentes deestos hogaresen Bélgica y enEspaña, respectivamente,murieron de COVID-19.Por su parte, las muertesen estas residenciasrepresentaron hasta el 63%yel 64% de todas las muertes relacionadas con COVID-19 en Irlanda y Bélgica, respectivamente, mientras que en Escocia al menos la mitad de todas las muertes por COVID-19 corresponden a residentes de hogares de cuidado.En Estados Unidos se calcula que las muertes de residentes de estos hogares representan el 35% del total de muertes por COVID-19y entre el 66% y 81% deestasmuertes en Canadá.
Pero ¿qué factores contribuyen a esta mayor mortalidad? Además de la susceptibilidad natural de las personas mayores, particularmente de aquellas con condiciones crónicas,problemas de salud subyacentes,en situación de fragilidad o discapacidad,hay condiciones del entorno que han demostrado tener enorme influencia, partiendo por losaumentos de contagios comunitariosy su incidencia en la mayor aparición de casos en las residencias, lo que estaría indicando fallas en los protocolos de ingreso del personal ydeadmisión de visitantes.Alguna evidenciadestaca factores como la densidad habitacional de esos recintos donde se dificultala implementación de medidas de distanciamiento socialy donde aumenta el riesgo de exposición.También laescasez depersonas cuidadorasyderecursosdisponibles,incluyendofalta deequiposde protección personal yderecursos parahacer testeo.Otros estudiosmuestranque las residencias conniveles más altos de personalasignado y con mejorescalificacionesen cuanto a lacalidad deese personal, tienden a presentarmenos casos o muertes ensusinstalaciones.Todo parece confirmar que la observación continua deestándaresde calidad es una cuestión esencial.
ElCentro para la prevención y control de enfermedades europeoEuropean Centre for Disease Prevention and Controlestimaque hay 3,5 millones de residentes en 62.000lugares de cuidadosen Europa.Por su parte,la OMS estimaque en Asia, más del 2%, el 4% y casi el 6% de las personas sobre 65 años en China, Corea y Japón respectivamente, viven en este tipo de residencias.Españacuenta con 4,2 plazasde residencia por cada 100 personas mayores,que equivalen al 4,2% de las personas de 65 o más años viviendo en esas residencias.
No es fácil estimar el tamañode este sectorpara la región de América Latina y El Caribe, en buena medida por la falta de catastros oficiales, la informalidad con que funciona parteimportante de esta oferta residencialy,porla ausencia de registros sobre número efectivo de residentes adscritos. Con base en el uso de información censal,se ha documentadoun promedio de 0,5% de personas viviendo en residencias.En Argentina,esta proporción aumentaal1,3% de las personas mayores del país;en Costa Rica el 0,9% de su población de 60 años o más vive en estas residencias,mientras queChile y Uruguay tienenla proporciónmás altade adultos mayoresenresidenciascon cerca de 2%.
La Organización Mundial de la Salud (OMS)hageneradoorientaciones técnicasimportantes de prevención y manejo de riesgos en residencias.Muchos países se han dado a la tarea de crear o actualizar sus protocolos con base en estasrecomendaciones.La crisis generada por el COVID-19 en este grupo de la población, parece haber exacerbado condiciones preexistentes y pone una poderosa alerta en torno a las condiciones en que viven sus residentes, cuidadoras y cuidadores,enfatizandola necesidad de reformar el modelo de las residencias de larga estadía como oferta de servicios formales de cuidados.
Aunque la mayoría de las personas prefiere envejecer en sus hogares y ser cuidado por miembros de su familia,hayquienesno pueden hacerlo, o porque no tienen familia o redes propias o porque necesitan cuidados especializados. Quienesviven en residencias de larga estadía tienen derecho a ser reconocidos como un grupo específico de la oferta de servicios de atención a la dependencia y apoyo a los cuidados.Y, desde luego, a recibir servicios de calidad.
Recomiendo hoy más que nunca ver El Agente Topo, para entender la complejidad de un mundo lleno de dulce y agrás, contadade una manera magistral.
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