Entrada por Anne Sofie Olsen y Javier Prado.
Los efectos negativos que la COVID-19 traerá consigo serán en todos los sectores de la economía, incluido el sector educativo. El 9 de junio 2020, el presidente de la República del Ecuador, Lenín Moreno, anunció sobre el proyecto de Ley Orgánica de Apoyo Humanitario que los padres que hayan perdido su empleo y tengan a sus hijos en establecimientos educativos privados, recibirán apoyo de hasta el 25% del costo mensual. En el caso de que decidan no continuar en las escuelas privadas, se garantizará el cupo en una pública. Con estas declaraciones se evidencian varias cosas:- Ya empezó la migración de escuelas privadas a públicas, con un aumento de la matrícula fiscal en Ecuador. En junio 2020 se dio inicio al ciclo escolar en la costa de Ecuador, y la matrícula en instituciones públicas aumentó en 120.000 estudiantes (6,5%).
- Todavía hay 1.221.905 cupos disponibles en todos los niveles de la educación pública para garantizar el acceso de más alumnos.
- Sin embargo, la transición sería más notoria en grandes ciudades donde se encuentra la mayoría (88%) de las escuelas privadas y al mismo tiempo es donde hay menos cupos disponibles en las escuelas públicas. Por ejemplo, en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) se concentra un cuarto de los estudiantes de la zona costera, solo quedarían 20,482 cupos por llenar. Además, 1.040 escuelas privadas tienen al menos un grado con exceso de estudiantes, según el estándar de aforo (cupos disponibles) vigente, que establece 30 alumnos por clase en educación inicial y 40 en educación general básica y secundaria.
- No hay más docentes para garantizar la calidad de la educación para más alumnos. Esto, combinado con un posible retorno a clases en modalidad semipresencial, implicaría un modelo de aprendizaje que va a necesitar un esfuerzo pedagógico más individualizado. En marzo de 2019 se registraron 168.174 docentes en el magisterio educativo, mientras que, en abril de 2020, la cifra disminuyó a 166.658. Además, como parte de las medidas económicas anunciadas por el presidente Moreno el 19 de mayo de 2020, los docentes deberán reducir una hora de su jornada laboral diaria, lo que les representaría una disminución del 8,33% del sueldo según el Ministerio de Trabajo.