- El Fondo DIT demostró que la innovación y las alianzas estratégicas pueden transformar el desarrollo infantil temprano, beneficiando a más de 700 mil niños y fortaleciendo a familias y centros en 10 países.
- Los proyectos generaron evidencia valiosa y nuevas formas de colaboración, destacando la importancia de la intervención temprana, la co-creación, el uso de tecnología y modalidades híbridas para llegar a poblaciones vulnerables.
- Aunque el Fondo concluye sus operaciones, su legado continúa a través de la Comunidad de Práctica y el Hub de Desarrollo Infantil, impulsando el intercambio regional y la mejora continua de políticas y servicios para la primera infancia.
¿Qué ocurre cuando un grupo de aliados se une para garantizar que todos los niños y niñas de América latina y el Caribe accedan a servicios de desarrollo infantil (DIT) de calidad?
La respuesta la ofrecen los resultados del Fondo de Innovación para el Desarrollo Infantil Temprano (Fondo DIT), una alianza que desde 2017 movilizó recursos del BID y las fundaciones FEMSA, Van Leer, Maria Cecilia Souto Vidigal y Porticus para diseñar, implementar y evaluar soluciones innovadoras para mejorar la vida de niños y niñas de 0 a 5 años en los contextos más desfavorecidos de la región.
El Fondo DIT nació ante la necesidad de impulsar inversiones en desarrollo infantil con un enfoque en la innovación, con el objetivo de maximizar el impacto y llegar a la mayor cantidad de niños posible. ¿Por qué? Porque las políticas públicas enfocadas en la primera infancia, especialmente para las poblaciones más pobres y vulnerables, tienen efectos duraderos en el aprendizaje, el bienestar y el desarrollo a lo largo de la vida.
Sin embargo, en América Latina y el Caribe millones de niños y niñas aún carecen de los recursos esenciales para un desarrollo pleno. La pobreza, junto con la falta de buena alimentación, servicios de cuidado de calidad y entornos estimulantes, continúa siendo un obstáculo para que alcancen su máximo potencial.
El enfoque innovador del Fondo DIT significó poner a las personas en el centro, generar evidencia para mejorar los servicios y fomentar nuevas formas de colaboración entre gobiernos, la sociedad civil, el sector privado y la academia.
Ocho años después de su creación, el Fondo DIT concluye sus actividades operativas, pero deja una memoria inédita en la región. En este artículo compartimos los principales logros y aprendizajes de esta alianza por la niñez.
El Fondo DIT financió 23 proyectos en 10 países de la región, beneficiando a más de 700 mil niños y niñas, 300 mil madres, padres y cuidadores, y 5 mil centros de atención infantil. Los proyectos mejoraron la calidad de programas en centros, fortalecieron el trabajo con familias y generaron evidencia cuantitativa y cualitativa para guiar su diseño y escalamiento.
Quienes tuvimos el privilegio de dar forma y seguimiento a los proyectos pudimos constatar de primera mano su efecto: cuidadoras formadas con herramientas prácticas para estimular y acompañar mejor a los niños y niñas; madres, padres y abuelos recibiendo apoyo para una crianza sensible y cariñosa; y niños que descubrieron nuevas formas de aprender y jugar, ya sea en sus centros o mediante mensajes enviados a sus familias en momentos críticos como la pandemia de COVID- 19. Además, tomadores de decisión se animaron a probar la tecnología como aliada para ofrecer servicios en línea o en modalidades híbridas.
La implementación y evaluación de estos 23 proyectos generó aprendizajes valiosos para mejorar la atención a la niñez y sus familias en la región, entre ellos:
- La intervención temprana hace la diferencia. Incluso durante el embarazo se observaron beneficios en el bienestar de las madres, la corresponsabilidad de los padres y la supervivencia de los niños.
- Las modalidades híbridas y remotas amplían el alcance. Son especialmente útiles en zonas de difícil acceso o situaciones de emergencia, pero requieren adaptaciones cuando se trabaja con familias en mayor vulnerabilidad.
- Los diagnósticos y censos son claves. Permiten diseñar soluciones pertinentes para poblaciones o grupos específicos.
- La co-creación fortalece la pertinencia y la apropiación. Trabajar con las comunidades y equipos locales mejora los resultados.
- La implementación importa tanto como el diseño. Comprender los mecanismos y procesos fue decisivo para alcanzar resultados sostenibles.
Aunque el Fondo DIT culmina el financiamiento de proyectos, la difusión de conocimiento y el intercambio regional continúan a través de dos iniciativas:
- La Comunidad de Práctica en Desarrollo Infantil, con más de 200 miembros del sector público, privado, académico y de organizaciones sin fines de lucro.
- El Hub de Desarrollo Infantil, una plataforma web con más de dos mil recursos sobre desarrollo infantil temprano que facilita el acceso al conocimiento generado en la región.
El cierre del Fondo DIT no es un final, sino una invitación. Una invitación a seguir generando evidencia, a fortalecer alianzas y a sostener y escalar lo aprendido para que cada niña y cada niño tenga las oportunidades necesarias desde el inicio de su vida.
Conoce más sobre el impacto de esta alianza: Innovando el mañana. Los logros del Fondo de Innovación para el Desarrollo Infantil Temprano en América Latina y el Caribe.
Palabras clave:
Desarrollo Infantil