El Banco Interamericano de Desarrollo publicó recientemente el informe Estimaciones de las Tendencias Comerciales de América Latina y el Caribe 2020, el cual revela que las exportaciones de la región se contrajeron en 2,4% en 2019, tras dos años de crecimiento robusto. El reporte pronostica que la tendencia a la baja en las exportaciones se mantendrá en los próximos meses, debido a la desaceleración de la demanda mundial, la volatilidad de los mercados de productos básicos y la incertidumbre en torno a las tensiones comerciales globales. Para ahondar en los resultados y entender mejor las tendencias comerciales en el 2020 entrevistamos a Paolo Giordano, Economista Principal del Sector de Integración y Comercio del BID y coordinador del estudio.
¿Cuál es la última tendencia del comercio latinoamericano?
El 2019 marcó un cambio de tendencia. Las exportaciones de la región entraron en una fase de contracción, al caer en un estimado de 2.4%, en contraste con la expansión del 8.7% en 2018 y 12.2% en 2017. El impacto más marcado se registró en Sudamérica, con una retracción de -7,2%, y en el Caribe (-10.9%). En Mesoamérica las exportaciones siguieron creciendo, pero a tasas sensiblemente inferiores a las del año previo. Por ejemplo, los envíos de México crecieron solamente al 3,3% en 2019 comparado con un aumento del 10,1% el año anterior. Los de Centroamérica crecieron 1,5%, la mitad de la tasa registrada en el 2018.
Por otro lado, las importaciones sufrieron una caída de 3,1%, debido fundamentalmente a la reducción de la actividad económica en países grandes, como Argentina y México, y al impacto indirecto de la contracción de la demanda de exportaciones.
¿A qué se debe esta contracción en las exportaciones?
A dos factores relacionados entre sí. Primero, a la reducción de los precios de los productos básicos, en particular productos extractivos como petróleo y cobre, pero también de commodities agrícolas como la soja y el café. Y segundo, a un estancamiento de los volúmenes exportados, que crecieron apenas un 0,3% en 2019, comparado con un sólido 4% en 2018. Esto coincidió con un cambio en los patrones de demanda de los principales compradores. China, que tradicionalmente ha sido la locomotora de las exportaciones de la región, pasó de aumentar sus importaciones de América Latina en un 25% en 2018 a una contracción del 2.3% en 2019. Este es un cambio mayúsculo para nuestros países. De esta manera, Estados Unidos fue el único factor de tracción de las exportaciones para la región, con un crecimiento de 1% en 2019, ya que la demanda de la Unión Europa siguió contrayéndose (-7,0%) mientras que el comercio intrarregional cayó 10,8%.¿Podría ahondar sobre el comportamiento del comercio intrarregional en América Latina y el Caribe?
La reducción del comercio entre los países de la región fue determinante en la contracción total de las exportaciones. Los intercambios intrarregionales se redujeron en prácticamente todos los esquemas de integración de América Latina y entre países pertenecientes a bloques distintos, excepto en Centroamérica. Por ejemplo, las exportaciones de Perú bajaron tanto hacia la Comunidad Andina como hacia el resto de América Latina. La retracción del comercio intrarregional fue particularmente marcada en Sudamérica. Por su peso Brasil fue el que más incidió en el resultado. Sus exportaciones al resto de Sudamérica bajaron 23,7%, debido principalmente a la crisis económica en Argentina.