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La Inversión Extranjera Directa en América Latina ante el nuevo escenario

Comercio e inversión La Inversión Extranjera Directa en América Latina ante el nuevo escenario La atracción de inversión extranjera directa (IED) asociada a procesos de nearshoring jugará un papel clave en la recuperación económica y crecimiento de la región tras la crisis del COVID-19. Ene 29, 2021
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La atracción de inversión extranjera directa (IED)asociada a procesos denearshoring,o deslocalización de actividades a mercados cercanos,jugará un papel claveen la recuperacióneconómicay crecimiento sosteniblede América Latina y el Caribe tras la crisis del COVID-19.

Sin embargo, para poder atraer actividades de producción que hoysedesarrollan en otras regiones del mundo, como Asia,los paísesde la regióndeben diseñar estrategias de atracción de inversiones focalizadas. Esta es una de las conclusiones que presentamos en el estudioLa inversión extranjera directa: Definiciones, determinantes, impactos y políticas públicas, que busca explicarla naturaleza y dinámica de la IED, así comoidentificar sus determinantes e impactos potenciales sobre los países receptores.

La IED se define como una operación que involucra unarelación de largo plazo,en la cual una persona física o jurídica residente de una economía (inversor directo)buscaobtener una participación duradera y un grado significativo de influencia o control en una empresa o entidad residente de otra economía. En contraste, la inversión de cartera o portafoliotiende a ser a corto plazo yno supone ninguna intención de control por parte del inversor.Lasempresas querealizan IEDson conocidas usualmente como empresas transnacionales (ET) o multinacionales (EMN).

Motivaciones de la IED

Entender por qué las empresas decidenampliar suproducciónen un tercer país y cuáles son los determinantes para elegir dónde localizarse resulta clavepara los paísesreceptoresal momentotrazar suspolíticas públicasde atracción de inversiones, las cuales realizan con el apoyo de lasagencias de promoción de inversiones.

En general se distinguen cuatro grandes tipos de IED: buscadora derecursos naturales, buscadora demercados, buscadora deeficienciay buscadora deactivos estratégicos. Cada una de estas modalidades responde a diferentes ventajas de localización de los países receptores, aunque también hay determinantes más generales, como los entornos regulatorios y macroeconómicos de los países de destino.

RESOURCE-SEEKING:son las inversiones orientadas a explotar recursos naturales cuya disponibilidad es la principal ventaja de localización que ofrece el país receptor.En el pasado no era raro queeste tipo de inversionesfuncionaran como “enclaves” en los países anfitriones, generandoreducidosencadenamientos y derrames para la economía receptora.Hoy, esto ya no es necesariamente así, considerando la creciente incorporación de tecnología y servicios especializados en las actividades primarias.

MARKET-SEEKING:sonlasinversiones que se dirigen a explotar el mercado doméstico del país receptor (y eventualmente el de los países cercanos). El tamaño y la tasa de crecimiento del mercado de destino, el objetivo de estar presente en los mercados más importantes o de seguir a los clientes y/o proveedores en sus operaciones de IED, la existencia de barrerasfísicas y/o de altos costos de transporte, la necesidad de adaptar los bienes y servicios a los gustos y requerimientos locales, así como las políticas públicas del país receptor, son factores que inciden decisivamente en este tipo de IED.

EFFICIENCY-SEEKING:estas inversiones buscan racionalizar la producción de las multinacionalespara explotar economías de especialización y de alcance,y diversificar riesgos.Las EMN que llevan adelante este tipo de estrategias aprovechan las diferencias en la dotación de factores, capacidades locales, políticas públicas, patrones de demandaynormas culturales para concentrar diferentes líneas de producción en distintas localizaciones.

Tanto los procesos de apertura e integración, como la reducción de los costos de transporte y los avances en las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TICs), favorecenaeste tipo de estrategias, ya que frecuentemente se materializan a través de esquemas de complementación y articulación, tanto comercial como productiva, de las operaciones de las distintas filiales de la EMN.Este tipo de estrategias se vincula estrechamente con la dinámica de las cadenas globales de valor (CGV).

STRATEGIC ASSET-SEEKING:tienen como objetivo central adquirir recursos y capacidades quele permitan ala firma inversoramantener y acrecentar sucompetitividadregional o global. Los activos estratégicos que buscan lasempresas multinacionalespueden ir desde capacidades de innovación y estructuras organizacionales, hasta el acceso a canales de distribución oconocermejor las necesidades de los consumidoresde nuevosmercados. Las operaciones de “fusiones y adquisiciones” muchas veces están asociadas a este tipo de estrategias.

Finalmente, la investigación empírica reciente sugiere que existe una amplia heterogeneidad en las estrategias de las EMN, cuyos procesos de internacionalización mezclan tiposde empresa, sector y mercados, actividades de comercio, IED, subcontratación y asociaciones estratégicas.Para muchas firmas,las inversiones en búsqueda de capacidades, activos complementarios y/o diversificación productiva (“conglomerate FDI”) son cada vez más relevantesparasus portafolios.

Los impactosmacro y microeconómicos de la IED

Los impactos de la IED se pueden agrupar en dos dimensiones, macro y microeconómica.

En el casomacroeconómico, la IEDrepresentaun flujo de divisas que puede aportar un financiamiento teóricamente menos volátil que el de otros canales, como la inversión de cartera. Asimismo, la IED puede llevar a un aumento directo en el stock de capital de la economía receptora cuando se trata de inversionesgreenfieldo de ampliaciones de capacidad. En este último caso podrían esperarseimpactos positivos de la IED sobre el crecimiento y la generación de empleo.

Desde el punto de vistamicroeconómico, la IED puedegenerar un conjunto de externalidades positivas asociadas a la transferencia de conocimiento y deknow howentre las empresasinversoras y receptoras.Las ganancias de productividad para las economías receptorasse darían mediantelatransferencia directa de tecnología,ladifusión de mejores prácticas tecnológicas y organizacionales,y movilidad del personal, entre otros canales. Al mismo tiempo,la IEDpuedecontribuir a elevar y diversificar las exportaciones y a transformar la estructura productiva de los países donde se localizan las filiales.

Sin embargo, la evidencia empírica muestra que estos impactos positivos distan de ser automáticos, e incluso emergen casos en donde hay, por ejemplo, derrames negativos de productividad para las firmas locales (e.g. sobre empresas competidoras en el mismo mercado).

El signo y magnitud de los impactos de la IED depende, entonces, de un conjunto de circunstancias que tienen que ver con factores propios de las economías receptoras (e.g. niveles de capital humano, competencias y capacidades de las firmas locales, infraestructura, profundidad del sistema financiero), asícomocon la naturaleza y motivaciones de la IED. En este sentido, no es lo mismo, por ejemplo, atraer inversiones en sectores de alto valor agregado que demanden recursos humanos de alta calificación, como el automotriz y aeroespacial, que hacerlo en sectores extractivos con bajos niveles de encadenamiento local.

IED, clave para América Latina y el Caribe en la post pandemia

La IED tendrá un rol determinanteen lapost pandemiasobre los procesos de crecimiento y desarrollo en ALC, en especial en un escenario de relocalización de las cadenas globales de valor. Esto llama a repensar tanto los modos como los objetivos de las políticas de promoción, en un contextodeintensacompetencia por atraer y retener inversiones a nivel global.

Aunque en términos históricos el peso de la IED medida contra el PBI mundial sigue siendo alto, ha habido un claro proceso de desaceleración de los flujos de inversión internacionales en los últimos años(el ratio de flujosde IED/PBI bajó de2,3% en los años 2000 a 2% en el período 2010-2018), de la mano del freno al avance de la globalización post crisis sistémica global.La crisis del COVID-19 probablemente refuerce esta tendenciadadas laspresiones proteccionistas y tensiones comercialesentre las principales economías globales y preferencias por elreshoringy elnearshoring(deslocalización de actividades en países cercanos),lo que haría aún más regionales que globales a las cadenas de valor.

ALCha mantenido una participación relativamente alta y estable en la captación de los flujos globales de IED,cuyo promedio se ubica entre el 8% y 9% en los últimos quinquenios. Sin embargo, su inserción en las cadenas globales de valor ha sido limitada (salvo el caso de México) y usualmente alejada de las etapas más complejas de dichas cadenas.

El escenario post COVID-19representa una oportunidad para revertir estas tendencias a partir del diseño de estrategias de atracción de inversiones focalizadas, en busca de captar inversiones asociadas a procesos denearshoringde actividades que hoy se desarrollan en otras regiones del mundo.

Una lección que emerge de análisis de otras experiencias exitosas es que las políticas de promoción de la IED deben complementarse con instrumentos dirigidos a mejorar las capacidades y activos locales y a estimular vinculaciones directas entre las EMN y las empresas domésticas para de esta manera potenciar el impacto local de las mismas. Este es el desafío que enfrenta nuestra región en los años venideros.

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