
El tercer paso de la Metodología consiste en diagnosticar la concepción del proyecto en términos de riesgo de desastres y cambio climático. A medida que avanzamos en la segunda fase de la metodología, el análisis profundiza en el proyecto y comienza a investigar el tema con mayor granularidad, centrándose en la concepción del proyecto en relación con su contexto.
Este diagnóstico debe realizarse en las primeras fases de preparación del proyecto, cuando se dispone de la información básica. Su objetivo es determinar si la concepción existente del proyecto incluye consideraciones suficientes para reducir los riesgos residuales existentes y futuros. Esto se documenta mediante una breve evaluación cualitativa simplificada, denominada «narrativa del riesgo».
Por el contrario, si la narrativa del riesgo identifica lagunas, es decir, si las consideraciones existentes no son suficientes para reducir la incertidumbre o dejan fuera aspectos importantes para reducir y gestionar el riesgo, entonces el proyecto necesita un análisis más profundo y debe continuar con el Paso 4 (como requerirían los proyectos de alto riesgo o los proyectos moderados con incertidumbres/complejidades elevadas). Este análisis ya sirve para empezar a elaborar un Plan de Gestión de Riesgo de Desastres, que se irá detallando progresivamente si es necesario a medida que se vayan completando otras fases del análisis.
Para construir esta narrativa del riesgo y determinar si el diseño y los planes de gestión actuales del proyecto mitigarían adecuadamente los riesgos existentes y futuros, hay que emprender cuatro tareas:
- Revisión de estudios e informes existentes sobre riesgo de desastres y cambio climático.
- Investigación sobre las amenazas relevantes.
- Investigación en consideraciones de diseño.
- Investigación sobre el riesgo incremental.

El Paso 4 implica realizar una evaluación completa del riesgo cualitativo para todos los proyectos de alto riesgo, así como para aquellos proyectos de riesgo moderado donde la Narrativa de Riesgo identificó brechas críticas que requieren un tratamiento adicional.
Este paso también incluye un Plan de Gestión de Riesgo de Desastres y Cambio Climático para aquellos riesgos y características de la operación para los cuales se puedan identificar las medidas necesarias a través del análisis cualitativo.
Debido a limitaciones de tiempo, falta de datos o aspectos que no son completamente cuantificables, a menudo una evaluación cualitativa es la opción más adecuada, ya sea como una evaluación independiente o como un paso previo a una evaluación cuantitativa.