Las ciudades de América Latina y el Caribe tienen un enorme potencial para promover el crecimiento económico, reducir los niveles de pobreza y enfrentar los desafíos del cambio climático.
Sin embargo, la migración acelerada y la expansión urbana, junto con el aumento del consumo de recursos naturales y la falta de inclusión social, exacerban los desafíos urbanos y obstaculizan los esfuerzos de mitigación. En este contexto, el "Documento Marco Sectorial de Vivienda y Desarrollo Urbano" recomienda políticas y programas que permitan a las ciudades de la región:
1. Superar la exclusión social estructural mejorando los barrios desatendidos e informales, promoviendo el acceso a una vivienda adecuada y aumentando la provisión de espacios públicos seguros para todos;
2. Frenar la degradación ambiental y mejorar la capacidad de mitigación mediante la reducción de la contaminación del aire, el agua, el ruido y el suelo, y la promoción de la resiliencia a los desastres y al cambio climático;
3. Aumentar la productividad urbana mediante el apoyo a la infraestructura urbana integral, la racionalización de las regulaciones urbanas y la promoción de la innovación; y
4. Promover una adecuada gobernanza urbana mediante el fortalecimiento de la capacidad fiscal y la coordinación entre unidades territoriales, la gestión de datos y el fomento de la participación ciudadana.
Para aprovechar al máximo la magnitud de la urbanización, es necesario coordinar acciones entre los diferentes niveles de gobierno, las comunidades locales y el sector privado para implementar políticas integrales que preserven la cohesión social, eleven la productividad económica y desarrollen ciudades más justas, resilientes y sostenibles.
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