Durante la segunda semana de noviembre, no obstante la volatilidad que precedió a las elecciones generales, Haití lanzó una vasta campaña para suministrar suplementos de vitamina A, cápsulas anti-parásitos y vacunas a niños menores de 5 años. El esfuerzo por tratar a más de un millón de infantes también apuntó a contener el brote de cólera mediante la distribución de sales de rehidratación oral y la diseminación de información para prevenir y tratar esa enfermedad.
Las semanas de salud infantil son una estrategia que ha sido probada como piloto en distintas zonas de Haití, pero una donación de US$5,5 millones del Banco Interamericano de Desarrollo permitió al Ministerio de Salud Pública y Población de Haití (MSPP) planificar la primera campaña nacional en cinco años. Aunque el estallido de violentas protestas en varias ciudades limitó la cobertura inicialmente a seis de los 10 departamentos de Haití, se logró sentar una base para repetir el esfuerzo semestralmente por los próximos tres años.
Ante el brote de cólera, el MSPP ajustó el calendario de la campaña en cada región del país. El departamento de Artibonite, donde se detectó inicialmente la enfermedad, fue el último en echar a andar la semana de salud infantil, a fines de diciembre.
El suministro de vitaminas y micronutrientes en la temprana infancia es una de las formas más efectivas y económicas de reducir la mortandad infantil, ya que fortalecen los sistemas inmunológicos de los niños. En Haití, cada año mueren más de 20.000 niños a causa de enfermedades curables como la diarrea o las infecciones respiratorias.
Niños con una moderada deficiencia de vitamina A y sin síntomas como la ceguera nocturna enfrentan tasas de mortalidad aún más altas. Si bien esta vitamina está presente en la leche entera y en los mangos, una fruta muy común en Haití, la mayoría de los niños de ese país no los consumen en suficientes cantidades como para fortalecer sus sistemas inmunológicos. Antes de la campaña, menos de 15 por ciento de los niños haitianos recibían suplementos dos veces al año, a pesar de que las cápsulas cuestan tan poco como 2 centavos.
Los tratamientos antiparasitarios también son fundamentales a la temprana edad, especialmente en países donde abundan las lombrices intestinales y otros parásitos. Cuando se instalan en los intestinos de una persona, estos parásitos pueden causar anorexia y anemia, limitar el crecimiento y el desarrollo intelectual o generar una mayor propensión a las enfermedades al debilitar el sistema inmunológico.
Además de las cápsulas de vitamina A, tratamientos antiparasitarios y vacunas, todos los niños recibieron un paquete de sales rehidratantes para que sus padres los puedan utilizar cuando algún niño sufra diarrea aguda, uno de los síntomas del cólera. Los padres de infantes que ya estaban eliminando heces acuosas recibieron tres paquetes de sales rehidratantes y zinc, que puede reducir la duración y la severidad de la diarrea.
Además, durante la campaña se alentó a las madres de lactantes a que dieran pecho a sus hijos hasta que cumplan dos años, a fin suministrarles un alimento seguro, nutritivo y barato.
La semana de la salud infantil también fue notable porque, en lugar de ser llevada a cabo por una agencia externa, fue liderada por el MSPP, que utilizó sus propios sistemas de planificación, monitoreo y adquisiciones para ejecutar la tarea.
El ministerio además coordinó los esfuerzos de varias agencias donantes, incluyendo la Organización Mundial de Salud, la UNICEF, el Programa Mundial de Alimentación, USAID y la ONG canadiense Micronutrient Initiative.
Si bien las semanas de salud infantil continuarán por lo menos por los próximos tres años, Haití y sus aliados internacionales están trabajando para fortalecer los servicios de salud pública para que todos los niños reciban micronutrientes e inmunizaciones en revisiones médicas periódicas, señaló Meri Helleranta, especialista en protección social del BID.