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Nicaragua aprovecha la energía de sus volcanes

El asentamiento de Nicaragua sobre una cadena de volcanes, hace del país un lugar ideal para la explotación de fuentes de energía geotérmica. Irónicamente, sin embargo, Nicaragua depende del petróleo y del carbón para su abastecimiento de electricidad y debe esforzarse para satisfacer la demanda de energía. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) busca un cambio de esta situación por medio del proyecto de electricidad geotérmica San Jacinto-Tizate.

El préstamo del BID de US$30,3 millones a Polaris Energy Nicaragua, S.A. (PENSA), la compañía constructora y operadora de la planta de San Jacinto, situada en la región occidental del país, permitirá el aumento de la capacidad de generación de electricidad geotérmica de la planta.

La iniciativa apunta a la expansión de la unidad generadora existente de 10 MW a un total de 72 MW mediante el aprovechamiento de recursos adicionales y la instalación de dos turbinas nuevas, de mayor capacidad. Al término de la ampliación, la planta de San Jacinto, que es la segunda geotérmica de Nicaragua, producirá energía suficiente para suministrar electricidad a casi una de cada doce viviendas del país.

“Este proyecto no consiste sólo en una expansión del acceso a la electricidad. También se trata de la transformación de la matriz de energía del país, a fin de reducir su dependencia de las importaciones de combustibles fósiles y de incrementar su competitividad en el largo plazo”, dijo Hans Schulz, Gerente General del Departamento de Financiamiento Estructurado y Corporativo del BID.

Sabido es, desde hace mucho tiempo, que el uso del calor geotérmico para la generación de electricidad constituye un medio barato e inocuo para el medio ambiente, de proveer la electricidad sumamente necesaria en Nicaragua. Sin embargo, en este aspecto el país ha quedado preso dentro de un círculo vicioso, en el que el abultado costo inicial de exploración ha obstaculizado las inversiones en este ámbito.

En un país donde el sector privado provee 40 por ciento de la energía, el Banco trata de ampliar el papel que las compañías desempeñan en el aprovechamiento de la energía renovable. El BID considera que el sector privado constituye una fuente importante de financiamiento y, al mismo tiempo, una incubadora de soluciones creativas en materia de energía.

Gran parte del valor agregado por el BID proviene de su capacidad para infundir confianza y atraer inversionistas. “Podemos ayudar a que América Central movilice inversiones del sector privado en energía geotérmica”, dijo Elizabeth Robberechts, Oficial de Inversiones del Departamento de Financiamiento Estructurado y Corporativo del BID. “Esperamos que este proyecto tenga un efecto demostrativo que fomente más inversiones del sector privado en los abundantes recursos geotérmicos de la región”.

Las plantas de generación geotérmicas convierten el agua caliente de las entrañas de la tierra en vapor que se usa para accionar una turbina y generar electricidad y luego vuelve a inyectarse en la reserva geotérmica subterránea.

En muchos sentidos, la energía geotérmica constituye la modalidad ideal de energía renovable. Las plantas geotérmicas no necesitan combustible pues funcionan con la energía que ellas mismas producen y, por consiguiente, son inmunes a las variaciones de los costos de los combustibles. En gran medida, los cambios climáticos no afectan la capacidad de generación y las plantas geotérmicas usan una pequeña fracción de la superficie terrestre y el agua potable que necesitan otras instalaciones de generación de energía.

Asimismo, gracias a los volcanes de Nicaragua la energía geotérmica es también sumamente multiplicable: puede producirse energía para un pequeño pueblo o una gran ciudad, dependiendo de la capacidad de la planta. A diferencia de lo que ocurre con la energía eólica, solar o hidroeléctrica, las plantas geotérmicas constituyen una fuente de energía constante, que funciona 24 horas por día y siete días por semana y, por ende, puede compensar con eficacia el uso de otras plantas alimentadas con combustibles fósiles.

El BID tiene un prolongado historial de trabajo en el sector de la energía de Nicaragua, con especial énfasis en la energía sostenible y renovable. El Banco, reconociendo la necesidad de políticas amplias y pormenorizadas, ha brindado recursos de apoyo a la preparación del Programa Nacional de Electrificación Sostenible y Energía Renovable del país.

(Escrito por Omar Wahab)

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