CANCÚN, MÉXICO - Desde el programa de energía solar más grande del mundo ubicado en el norte de África hasta la ecologización de los autobuses de México, más de 40 países en desarrollo han adoptado acciones climáticas con el apoyo de los Fondos de Inversión Climática (CIF, según sus siglas en inglés) que ascienden a US$ seis mil millones.
Acompañados hoy en Cancún por el presidente Felipe Calderón de México, los presidentes de los bancos multilaterales de desarrollo (MDB, según sus siglas en inglés) calificaron a los Fondos de dos años de antigüedad como una alianza climática pionera.
Tomando en cuenta los rápidos progresos realizados, los presidentes señalaron que este compromiso de los países en desarrollo crea una oportunidad sin precedentes para ampliar la respuesta a nivel mundial en base a enfoques climáticos inteligentes que sirvan para promover el desarrollo.
En una época de recursos limitados por parte de los donantes, estos fondos han demostrado que pueden generar un robusto apalancamiento financiero. Por cada dólar invertido en el Fondo de Tecnología Limpia de US$4,4 mil millones —y que es un componente importante del CIF—, se espera atraer US$8 en cofinanciamiento por parte de los bancos multilaterales de desarrollo, los gobiernos, el sector privado y otros socios del desarrollo. En otras palabras, se aprovechará US$35 mil millones adicionales, lo que resultará en unos US$40 mil millones destinados a la inversión en energía limpia, con un 30 por ciento proveniente del sector privado.
Luis Alberto Moreno, del Banco Interamericano de Desarrollo, Haruhiko Kuroda del Banco Asiático de Desarrollo y Robert B. Zoellick, del Grupo del Banco Mundial —tres de los cinco socios del CIF, junto con el Banco Africano de Desarrollo y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo— mostraron los datos factuales que demuestran que los países en desarrollo están estableciendo sus propias soluciones nacionales y regionales, tanto para la mitigación y adaptación al cambio climático, enfrentando incertidumbres políticas, financieras y técnicas y las necesidades urgentes de cada país.
“Cuando llevamos a cabo esta asociación hace dos años, queríamos abordar las necesidades de financiamiento urgente y el vacío de conocimientos que nuestros países y clientes en el mundo en desarrollo enfrentaban. Confiábamos en que el CIF podría servir como un trampolín para que estos países puedan conseguir un apoyo crucial para lograr la ecologización de sus economías y aumentar la resistencia al cambio climático”, dijo Zoellick, del Grupo del Banco Mundial, el cual desempeña a su vez un papel tripartito como organismo depositario, administrador y ejecutante del CIF. “Sin embargo, la rápida vinculación de un amplio abanico de países en todas las regiones del mundo ha estado más allá de nuestras expectativas. Creo que en los próximos años veremos que muchos de estos países —algunos de los cuales se encuentran entre los más pobres y menos desarrollados del mundo— creando soluciones capaces de reformular a escala global la manera en que concebimos el desarrollo en base a un enfoque inteligente con el clima”.
Durante el evento organizado por el presidente Calderón, un grupo de representantes de alto nivel de México, Marruecos y Zambia —tres de los 45 países socios del CIF—, demostraron cómo están transformando sus economías y creando soluciones que pueden ser asumidas por otros países y regiones de todo el mundo . Entre las acciones que presentaron se encuentran:
- Un plan de largo alcance que promueve la eficiencia energética y las energías renovables, y que ofrece un sistema de transporte respetuoso con el clima y el uso de energía en las ciudades de México;
- Un plan para toda la región del norte de África y Oriente Medio que permite el abastecimiento de electricidad a los ciudadanos de la región a través del programa de generación concentrada de energía solar más grande del mundo y,
- Uno de los primeros planes nacionales en el mundo para crear adaptación al cambio climático en todo el país a través de un mejoramiento de la producción ganadera y de los sistemas de recolección / almacenamiento y un aumento de la contribución de los cultivos agrícolas para el secuestro de carbono.
“Los Fondos de Inversión Climática son un mecanismo eficaz para alcanzar nuestros ambiciosos objetivos de mitigación y adaptación del cambio climático en América Latina y el Caribe. Basándonos en esta experiencia, ahora tenemos que reforzar su enfoque innovador y colaborativo”, dijo el presidente Moreno, del Banco Interamericano de Desarrollo. "El parque eólico Eurus, aquí en México y los programas estratégicos para la adaptación al cambio climático que se están desarrollando en el Caribe y en Bolivia son ejemplos de colaboración exitosa entre los gobiernos, el sector privado y los bancos multilaterales de desarrollo”.
La alianza de bancos multilaterales de desarrollo se encuentra construyendo una sólida capacidad institucional a nivel mundial y regional, con el propósito de aprovechar las cantidades significativas de ayuda financiera y de conocimientos. La alianza está en consonancia con las conclusiones de la reciente publicación del Informe del Grupo Asesor de Alto Nivel del Secretario General de las Naciones Unidas sobre financiación del Cambio Climático. Allí se señaló que los BMD pueden representar un “rol y una capacidad multiplicadora significativa para aprovechar las inversiones verdes adicionales”, entregando hasta "una suma que oscila entre los US$30 mil millones a US$40 mil millones en flujos de capital bruto e incluso sumas mucho más significativas mediante el fomento de los flujos privados”, y recomendó que los bancos “deberán fortalecerse con recursos adicionales en el curso de la próxima década”.
La alianza también está encabezando a los bancos a reconsiderar la forma en que gestionan y armonizan sus procesos internos de negocios. Esto les permitirá compartir datos, conocimiento e información de una manera más fácil y transparente, a través de sus propias operaciones internas y, lo más importante, con los países clientes.
“Es sumamente importante continuar con el camino exitoso de los Fondos de Inversión Climática, que ofrecen una solución viable a las necesidades de financiación del cambio climático intermedio de los países en desarrollo”, dijo el presidente Kuroda, del Banco Asiático de Desarrollo. “El CIF es el más reciente y quizás el mejor ejemplo de cómo nosotros, como socios multilaterales, podemos canalizar efectivamente el financiamiento climático en condiciones favorables a los países en desarrollo. Por encima de todo, ellos encarnan el espíritu de colaboración que todos debemos demostrar si queremos resolver este desafío global para nuestro futuro colectivo”.
Como parte del evento, los bancos lanzaron el Informe Anual del 2010 del CIF, que describe los primeros trabajos para implementar la iniciativa, que ya tiene dos años de antigüedad.
En su prólogo conjunto del informe, los presidentes escribieron: “El diseño de estos fondos postula un nuevo modelo de transparencia, cooperación y ampliación de la acción climática ... La estructura única de gobierno fomenta la inclusión una toma de decisiones basada en el consenso. Un equilibrio equitativo entre países desarrollados y en desarrollo se encuentra representado en los órganos de gobierno y una amplia gama de observadores institucionales, de la sociedad civil, del sector privado y las partes indígenas interesadas, participa activamente".
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Los Fondos de Inversión Climática son instrumentos de financiación singulares, diseñado para apoyar un tipo de desarrollo con bajas emisiones y resistente al cambio climático, mediante una financiación de mayor escala a través del Banco Africano de Desarrollo, Banco Asiático de Desarrollo, Banco Europeo de Reconstrucción y Fomento, Banco Interamericano de Desarrollo, y el Grupo del Banco Mundial.