Los traductores son “embajadores culturales que cumplen la “heroica tarea” de internarse en “esos oscuros aposentos donde vocabulario, sintaxis, ritmo y música verbal se mezclan y transforman”, planteó con veneración el periódico Financial Times en una columna reciente.
Música verbal, en verdad. En un esfuerzo por mejorar su eficiencia e iniciar la armonización de estándares de traducción con otras instituciones financieras internacionales (IFIs), el BID y la Corporación Interamericana de Inversiones (CII) recientemente se unieron al Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en la organizaciòn del seminario “Traducción para Inistituciones Financieras Internacionales”, que atrajo a traductores de lugares tan lejanos como São Paulo, Lima y Santiago.
Los organismos internacionales requieren grandes cantidades de servicios de traducción y para ciertos trabajos contratan a traductores a distancia en América Latina y el Caribe y otros continentes.
El seminario se enfocó en el negocio propio de estas instituciones --el financiamiento de programas de desarrollo--, y la especializada traducción de sus documentos técnicos, además de referirse también al control de calidad de las traducciones y al creciente uso de la informática en los servicios de traducción. Funcionarios de las instituciones discutieron las diferentes técnicas para preparar traducciones de alta calidad, capturando realmente el significado y la intención del autor original. Expertos del BID, la CII, el FMI, el Banco Mundial y el Centro Internacional para el Arreglo de Disputas sobre Inversiones (CIADI) explicaron lo que cada organización realiza en materia de traducción.
Los traductores necesitan comprender claramente los conceptos que deben traducir y, para ello, economistas de las instituciones mencionadas participaron como expositores en el seminario, abordando temas como el ciclo de proyecto, el financiamiento estructurado y otros temas técnicos.
las secciones de traducción de las instituciones financieras internacionales también se valen de la informática para mejorar la calidad y productividad de las traducciones. Los participantes manifestaron que laa traducción automática por computadora no es adecuada para documentos analíticos complejos, pero agregaron que la “traducción computarizada” (conocida como “CAT”) es definitivamente útil. Las herramientas de CAT permiten guardar terminología técnica en dos o más idiomas para su recuperación instantánea en caso de necesidad y permiten reciclar traducciones pasadas, oración por oración, en una especie de “memoria de traducción”. El software para manejar del flujo de trabajo ayuda a documentar los miles de documentos traducidos anualmente por cada organización.
Las cuatro instituciones financieras internacionales usan o están a punto de lanzar sitios web para sus traductores a contrata, lo cual permitirá que ellos tengan acceso global a los glosarios, manuales de estilo y otros recursos internos de cada organización.