Un grupo de trabajo del BID creado para hallar cómo solventar el alivio de deuda para Bolivia, Guyana, Honduras y Nicaragua celebró su primera reunión en vísperas de la reunión anual de la Asamblea de Gobernadores del Banco, realizada en Nueva Orleans en marzo.
Los participantes en el encuentro acordaron volver a reunirse para examinar fórmulas alternativas para financiar el alivio que se le otorgaría a esas cuatro naciones, por un total de 1.200 millones de dólares, tomados a valor actual. Las deudas bajo discusión sólo involucran deudas oficiales con entidades financieras multilaterales. (Vea el próximo número de BIDAmérica para más detalles).
La tarea del grupo de trabajo es determinar cómo reunir la parte correspondiente al BID, de unos 730 millones de dólares, tomados a valor actual, necesarios para profundizar el alivio de la deuda que ya recibieron Bolivia y Guyana y comenzar a darle ayuda similar a Nicaragua y Honduras. Unos 540 millones de dólares adicionales serán suministrados por instituciones subregionales, incluyendo 420 millones del Banco Centroamericano para Integración Regional. Otras instituciones representadas en la reunión del grupo de trabajo fueron la Corporación Andina de Fomento, el Banco Caribeño de Desarrollo y el Fondo de Desarrollo de la Cuenca del Plata. El BID comenzó a brindarles alivio de deuda a Bolivia en 1998 y a Guyana en 1999, en el marco de la Iniciativa para Países Pobres Muy Endeudados --HIPC, por sus siglas en inglés. Esos dos países, más Honduras y Nicaragua, conforman los cuatro de la región que podrían acceder a la iniciativa HIPC ampliada, que acelera y profundiza los beneficios.
La iniciativa HIPC, propuesta originalmente en 1996 por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, fue concebida para reducir a niveles sostenibles las deudas externas de países pobres que hayan demostrado un firme propósito de implementar reformas económicas y sociales. La iniciativa fue actualizada en 1999 para brindar alivio más acentuado y rápido a más países.
Foro sobre desarrollo.
A la asamblea anual del BID asistieron unas 5.000 personas. Estuvieron presentes delegaciones oficiales, empresarios y banqueros, representantes de organizaciones internacionales y no gubernamentales y periodistas. La Asamblea de Gobernadores, la máxima autoridad del BID, está integrada por ministros de hacienda o desarrollo y presidentes de bancos centrales de los 46 países miembros del Banco.
Los tres días de sesiones fueron complementados por un gran número de eventos, incluyendo 11 seminarios en los que se discutieron cuestiones relativas al desarrollo económico y social de la región, con la participación de expertos de todo el mundo.
Simultáneamente, se celebró en Nueva Orleans la 15ta. reunión anual de la Asamblea de Gobernadores de la Corporación Interamericana de Inversiones. La CII integra el Grupo BID y se dedica a apoyar al sector privado de la región con créditos e inversiones de capital.
En ese encuentro, la CII concluyó la suscripción de un aumento de capital de 500 millones de dólares y aceptó a cinco nuevos miembros: Bélgica, Finlandia, Noruega, Portugal y Suecia.
En su discurso inaugural, el presidente del BID, Enrique V. Iglesias, planteó una agenda para los años venideros concebida en torno a cuatro áreas prioritarias.
Reforma social para reducir la brecha entre ricos y pobres.
Crecimiento sostenible, incluyendo la promoción de más competitividad y funcionamiento más estable de los mercados para movilizar capital y trabajo más eficientemente.
Modernización del estado para aumentar su eficacia y combatir la corrupción.
Integración regional para reforzar los lazos comerciales y económicos de los países.
Iglesias propuso asimismo una serie de metas que la región podría alcanzar en esta nueva década: reducir el nivel de pobreza a la mitad, aumentar al doble la tasa de crecimiento económico hasta alcanzar por lo menos un 6 por ciento anual y ampliar el acceso a nuevas tecnologías. “Estos son los pilares de una utopía realizable”, dijo Iglesias, “una América Latina que conjuga la prosperidad económica con la justicia social y la democracia en el contexto globalizado del mundo”.
‘El Banco trae cambios’.
En un mensaje grabado en video, el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, se refirió a la labor del BID durante las últimas cuatro décadas.
“El Banco no sólo ayuda a amalgamar a este hemisferio, trae cambios reales y resultados reales a sus ciudadanos cada día, ayudándonos a todos a construir un futuro de promesa y prosperidad a lo largo y ancho de las Américas”.
Clinton dijo que abogará para que el BID participe plenamente en la iniciativa HIPC. “Ningún país que esté comprometido con sacar a su pueblo de la pobreza debería tener que elegir entre pagar sus deudas y educar a sus niños”, aseveró.
La Asamblea de Gobernadores del BID eligió por unanimidad como su nuevo presidente al secretario del Tesoro estadounidense, Lawrence H. Summers, quien sucedió al ministro de Finanzas de Francia, Laurent Fabius. Este fue representado en Nueva Orleans por el secretario de estado para comercio exterior francés, François Huwart.
En su discurso Summers destacó el papel de las instituciones financieras internacionales en asegurar que la globalización no provoque más inseguridad económica o desintegración a nivel local.
“Por esas razones, las instituciones internacionales que puedan ayudar a promover un crecimiento más rápido e inclusivo dentro de los países, y flujos de capitales más estables entre ellos, pueden ser la inversión más efectiva y eficiente en términos de costos que podamos realizar en defensa de los intereses centrales de América. Y entre esas instituciones financieras internacionales el BID continúa haciendo una contribución crucial hacia esos objetivos”, dijo Summers.
Al cierre de la reunión, la canciller estadounidense, Madeleine Albright, subrayó la necesidad de fortalecer la democracia en la región, aumentar la inversión social y fortalecer los vínculos entre los miembros de la comunidad interamericana.
Los problemas del delito, la violencia, la corrupción y la desigualdad social deben ser superados, sostuvo Albright, o las democracias de la región “una vez más se verán tentadas a tomar los caminos sin salida de las políticas proteccionistas y los gobiernos autoritarios”. Albright dijo que el BID cumple un papel indispensable al acompañar a las naciones americanas en su ingreso a nuevo siglo, más unidas que nunca en su agenda, su enfoque y su acción.
La próxima asamblea anual del BID se celebrará en Santiago de Chile.