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BID respalda programa de protección de ecosistemas de Islas Galápagos con préstamos a Ecuador de US$10,4 millones

El Banco Interamericano de Desarrollo anunció hoy la aprobación de un préstamo de 10,4 millones de dólares a Ecuador para apoyar el lanzamiento de un programa para contrarrestar las amenazas crecientes sobre el medio ambiente de las islas Galápagos, uno de los tesoros ecológicos del mundo.

La financiación aprobada por el Directorio Ejecutivo del Banco ayudará a las autoridades ecuatorianas a manejar una reserva marina en torno al archipiélago compuesto por 15 islas. También ayudará a reducir las amenazas de especies invasoras, reforzará la ordenación ambiental y permitirá que las autoridades municipales mejoren sus servicios de saneamiento. La nueva iniciativa, resultado de un estudio de viabilidad que financió el BID, complementará otros esfuerzos de organizaciones internacionales, fundaciones privadas y países donantes.

En el pasado, los esfuerzos de protección de los ecosistemas de las Galápagos encontraron a menudo resistencia y, ocasionalmente, oposición violenta. El nuevo programa tomará contacto con grupos comunitarios y pobladores de las islas, brindándoles capacitación y educación, y una oportunidad de participar en la toma de decisiones. "Los resultados del programa dependerán de la configuración de una visión compartida de una comunidad que es responsable por la administración de sus recursos", dijo Eduardo Figueroa, jefe del equipo del proyecto del BID.

El archipiélago de las Galápagos, situado sobre la línea ecuatorial y a mil kilómetros de la costa de Ecuador, comprende algunos de los ecosistemas terrestres y marítimos más notables del mundo y es hábitat de muchas especies endémicas. Además, en virtud de que muchas de éstas evolucionaron en las islas a partir de ancestros comunes, el archipiélago ofrece a los científicos un escenario único para el estudio del proceso de selección natural.

La fauna de las islas, singular y en muchos casos notablemente dócil, también ha hecho del archipiélago un destino turístico de categoría mundial. Entre 1988 y 1998, el número anual de visitantes pasó de 42.000 a 64.700 y se estima que esta corriente turística representa anualmente ingresos a Ecuador de 100 millones de dólares.

Sin embargo, las riquezas biológicas de las islas se ven sometidas a la presión creciente de una afluencia de público continental, que llega atraído por las oportunidades económicas que ofrecen el turismo y la pesca. La inmigración ha llegado a tal punto que el 75 por ciento de la población de 16.000 personas proviene del territorio continental. La tasa de crecimiento anual de la población, que asciende a 6,7 por ciento, supera con holgura la disponibilidad de los servicios de agua potable, alcantarillado y eliminación de residuos sólidos, con los consiguientes problemas de contaminación.

Conforme a una nueva ley que estableció un régimen especial para las Galápagos, el gobierno tratará de limitar la inmigración, orientar el desarrollo y proteger los ecosistemas únicos de las islas.

La presión sobre el entorno marino de las Galápagos se ha tornado especialmente intensa. Los mercados de exportación para los cohombros de mar, las aletas de tiburón y la langosta marina, han provocado un auge insostenible de la pesca, que a menudo se lleva a cabo infringiendo las disposiciones relativas a temporadas y cuotas, a pesar de los esfuerzos de las autoridades ecuatorianas.

Una de las principales amenazas a la flora y la fauna de las islas es la introducción de especies foráneas, como gatos, cabras, ratas y perros. En total, se ha llevado a las Galápagos alrededor de 25 especies de vertebrados, además de unas 460 especies de plantas y centenares de invertebrados.

Debido a su largo aislamiento con respecto al continente, las plantas y los animales nativos han desarrollado pocos mecanismos de defensa contra los invasores foráneos. Varias especies nativas se encuentran bajo una grave amenaza, entre ellas las aves, las guanas terrestres y hasta las colosales tortugas que dan a las islas su nombre.

Mediante el nuevo programa financiado por el BID se pondrá en marcha el plan de ordenación para la reserva marina de las Galápagos, una de las medidas de protección de las islas que adoptó el gobierno ecuatoriano. La ejecución del programa estará a cargo de la Dirección del Parque Nacional Galápagos* que administra 97 por ciento de la superficie de las islas y la reserva marina.

El plan de ordenación de la reserva marina incluirá un sistema de gestión con participación cuyo objetivo es la reducción de los conflictos en torno a los recursos y la garantía de una protección sostenible de los ecosistemas marinos y costeros. Se procederá a la inscripción y seguimiento de los pescadores locales, se les ofrecerá capacitación para ayudarlos en la transición a actividades con un menor impacto sobre el medio ambiente.

Mediante el plan también se financiará un sistema de control y seguridad marítimos, para detectar la presencia de embarcaciones dentro del perímetro de la reserva. El sistema comprenderá la instalación de equipos de radar y posicionamiento vía satélite y la compra de lanchas patrulleras, con el objeto de aplicar las normas vigentes y atender situaciones de emergencia en el mar.

La administración de la reserva marina también comprenderá la educación y capacitación de los miembros de las cooperativas de pesca, asociaciones de constructores de embarcaciones, operaciones turísticas y otras organizaciones. Mediante la investigación y el seguimiento se formará una base de datos de la diversidad biológica marina y se medirán las presiones sobre los ecosistemas. Los datos detectarán además la posible falta de cumplimiento de la nueva ley limitativa de la inmigración.

Otro aspecto importante del programa del BID será el control de nuevos ingresos de especies foráneas, plagas y enfermedades. Se procederá, con tal finalidad, a la construcción y equipamiento de instalaciones de cuarentena.

Mediante el programa también se ofrecerá capacitación y asesoramiento para el fortalecimiento de las instituciones encargadas de la administración y protección de las islas. Las municipalidades insulares recibirán asistencia a fin de mejorar su capacidad para prestar servicios y administrar las finanzas, y así tendrán más posibilidades de acceder a fuentes de financiamiento como el BID y gobiernos extranjeros.

El restante componente del programa será la preparación de estudios para el mejoramiento de los sistemas de agua potable, alcantarillado y eliminación de residuos en los centros poblados.

Se estima que el costo total del programa será de US$13 millones. El préstamo del BID se otorga a un plazo de 25 años, con un período de gracia de cuatro años, a la tasa de interés variable, actualmente de 6,77 por ciento anual. El aporte local, de US$2,6 millones, provendrá de los ingresos generados por la venta de entradas a los visitantes del Parque Nacional Galápagos.

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