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BID ofrece US$ 260 millones en préstamos blandos para apoyar plan de recuperación de Haití

El Banco Interamericano de Desarrollo espera contribuir unos 260 millones de dólares en préstamos concesionales a Haití para el período 2004-2006, anunció hoy el presidente del BID, Enrique V. Iglesias, en una conferencia celebrada en Washington para reunir financiamiento para Haití, el país más pobre de las Américas.

Los nuevos recursos ampliarían la cartera de operaciones del BID en Haití, que contiene unos 340 millones de dólares en financiamientos disponibles para proyectos en marcha en sectores clave como salud, educación, agua potable y saneamiento, agricultura, caminos e infraestructura básica.

Estos proyectos coinciden con varias de las prioridades políticas, económicas y sociales identificadas en el Marco Interino de Cooperación (MIC), una evaluación de las necesidades de desarrollo más urgentes de Haití para los próximos dos años realizada por expertos de países donantes, agencias multilaterales, la sociedad civil y el sector privado, bajo el liderazgo del gobierno provisional haitiano.

“Estamos seguros de que alentar la democracia, el diálogo político y una estrategia de desarrollo centrada en el ser humano, y en particular en los pobres, es la senda correcta hacia un futuro mejor para Haití”, afirmó Iglesias en su discurso en el Banco Mundial, anfitrión de la conferencia junto al BID, la Comisión Europea y la Organización de Naciones Unidas.

Iglesias felicitó al primer ministro interino de Haití, Gerard Latortue, y a su gabinete por el sentido pragmático con el cual armaron el MIC, que evaluó las necesidades de financiamiento haitianas para el período entre julio del 2004 y septiembre del 2006.

Los programas incluidos en el MIC, que abarca 20 sectores prioritarios, tienen un costo estimado de casi 1.370 millones de dólares. Dado que Haití ya había identificado recursos disponibles por alrededor de 440 millones de dólares, la conferencia del 19 y 20 de julio buscó reunir más de 920 millones de dólares para cubrir la brecha de financiamiento.

A fin de evitar los errores que en el pasado frustraron otras iniciativas para auxiliar a Haití, este nuevo esfuerzo debe poner énfasis en las soluciones prácticas par acelerar la ejecución de proyectos, fortalecer el sector público haitiano y asegurar la transparencia y la rendición de cuentas de los fondos utilizados, señaló Iglesias.

En línea con los objetivos del MIC de alentar la creación de empleo y la generación de ingresos para los pobres, los proyectos financiados por el BID buscan emplear métodos intensivos en mano de obra, por ejemplo en obras públicas. El BID también apoya el fortalecimiento del sector público haitiano para cumplir tareas fundamentales como administrar recursos públicos y recolectar impuestos.

El BID, que siempre mantuvo su oficina en Puerto Príncipe en operación durante las recientes crisis de Haití, también está coordinando sus actividades estrechamente con naciones donantes y otras agencias multilaterales para asegurar la efectiva y eficiente inversión de los recursos de la comunidad internacional.

Además de agradecer a los donantes tradicionales por responder tan rápidamente al llamado de Haití, Iglesias elogió los esfuerzos realizados por la Organización de los Estados Americanos y los países caribeños integrantes del CARICOM por preservar la democracia en Haití y alentar el diálogo entre sus fuerzas políticas.

Asimismo destacó el aporte de las naciones latinoamericanas que han tomado el liderazgo de la misión de paz en Haití, bajo auspicio de la ONU. Esas mismas naciones, agregó Iglesias, están preparadas para contribuir a los esfuerzos de los haitianos por restablecer el crecimiento económico y la justicia social en su país.

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