CDI Brasil, el Programa de Desarrollo y Alcance Juvenil del Banco Interamericano de Desarrollo, Microsoft Corporation y la Fundación StarMedia presentaron la iniciativa CDI Américas a organizaciones públicas, privadas y filantrópicas clave que buscan superar la "brecha tecnológica".
La iniciativa intenta mejorar las oportunidades de millones de jóvenes pobres en América Latina y el Caribe mediante su capacitación en tecnología de la información, asesoramiento, pasantías y apoyo laboral.
CDI Américas, sigla del Comité para la Democratización de la Tecnología de la Información en las Américas, es una asociación formada por las cuatro organizaciones en marzo de 2000.
La organización busca extender al resto de la región un exitoso modelo de CDI Brasil, que ha establecido ya más de 190 escuelas de tecnología de la información y ciudadanía en zonas de bajos recursos de Brasil durante los últimos cinco años.
La iniciativa, que opera con donaciones para instalar escuelas a un costo relativamente bajo, está estableciendo asociaciones estratégicas para extender el modelo a toda América Latina, donde más de la mitad de los 220 millones de jóvenes menores de 20 años viven en la pobreza.
CDI Américas ya actúa en Brasil y Uruguay, y está comenzando operaciones en Colombia y México. Su objetivo inmediato es crear por lo menos 100 escuelas de tecnología de la información y ciudadanía en los cuatro países durante el año 2001 para llegar a más de 30.000 jóvenes al año.
Durante una reunión realizada el jueves en Washington, D.C., con representantes de empresas privadas y organizaciones filantrópicas e internacionales, presidida por el presidente del BID Enrique V. Iglesias, CDI Américas planteó a potenciales socios estratégicos la oportunidad de combinar esfuerzos destinados a conectar a Internet a los jóvenes de todas las poblaciones y escuelas de la región para permitirles participar de los desafíos y beneficios de la era de la información.
Iglesias y Muni Figueres, asesora de relaciones externas del BID, destacaron la importancia del liderazgo juvenil para aprovechar las nuevas tecnologías para mejorar las condiciones de vida en América Latina y el Caribe.
El modelo CDI Brasil
El modelo CDI Brasil, creado en 1994 por el joven empresario brasileño Rodrigo Baggio, ha sido muy exitoso en las favelas de ese país. La iniciativa ha graduado ya a más de 60.000 estudiantes en 190 escuelas de los sectores más pobres de Brasil.
La idea del modelo consiste en utilizar donaciones iniciales para establecer escuelas de tecnología de la información y ciudadanía, autosostenibles y autoadministradas desde el primer día de clases. Las escuelas enseñan conocimientos básicos de computación e Internet en módulos intensivos de tres meses.
Las oportunidades que ofrece la capacitación en computación pueden resultar muy atractivas para los jóvenes que han abandonado la escuela o que nunca han asistido a ella, al brindarles incentivos para continuar y finalizar sus estudios y una alternativa a conductas antisociales.
La iniciativa CDI incluye capacitación en programas comunes de computación e Internet, tales como MS, Word, Excel, PowerPoint, Access y HTML. Además, los estudiantes no solamente aprenden computación y mantenimiento de equipos, sino que también reciben instrucción cívica, que incluye derechos humanos, no violencia, salud y responsabilidad ambiental, capacitación que mejora sus posibilidades de éxito tanto laboral como social.
La formación cívica se vincula estrechamente con la compleja realidad de cada comunidad individual y se integra al programa de tecnología de la información.
El costo del programa es relativamente bajo dado el impacto duradero que los estudios y la capacitación tienen en la juventud y su poderoso efecto multiplicador para mejorar las vidas de los jóvenes y sus comunidades.
Este enfoque se focaliza en una amplia preparación profesional para el empleo, capacitando a los estudiantes para pasantías en programas locales de alta tecnología.
Un ejemplo interesante es un grupo de estudiantes de CDI de los barrios más pobres de Río de Janeiro que realizaron primero una pasantía con StarMedia Brasil y luego fueron contratados por Globo.com para enseñar tecnología e Internet a otros jóvenes.
Los nuevos socios del sector privado podrían apoyar a CDI mediante la oferta de mayor asistencia financiera y técnica, equipos, pasantías y oportunidades de empleo.
CDI en Uruguay y otros países
El modelo CDI Américas se ha aplicado exitosamente en Uruguay, donde ya se abrieron cinco escuelas para capacitar a algunos de los jóvenes más necesitados en Montevideo y sus alrededores. Se ha completado también la capacitación de más de 30 instructores en Uruguay, donde la iniciativa fue declarada de interés nacional por las nuevas oportunidades educacionales y económicas que ofrece.
La experiencia se extenderá pronto a Colombia y México. En el año 2001 se inaugurarán veinte escuelas en Colombia, en las ciudades de Bogotá, Barranquilla, Medellín y Manizales. Algunas escuelas estarán ubicadas en Bello, un distrito de alto nivel de violencia en el departamento de Antioquia.
En México ya han comenzado las operaciones para identificar comunidades y abrir escuelas en Monterrey y Ciudad de México. Se han realizado contactos con miembros de los sectores público y privado de México y con organizaciones comunitarias de las zonas más pobres.
CDI Américas y los proyectos del BID
Bajo la iniciativa CDI Américas, el Banco Interamericano de Desarrollo se ha comprometido a establecer asociaciones con organizaciones internacionales y de los sectores público y privado nacionales y locales, según las necesidades específicas de los países.
El Banco y el Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin) del Grupo BID están preparando una serie de proyectos para fortalecer a CDI Brasil y extender el modelo al resto de América Latina.
Tres proyectos en preparación se vinculan o podrían potencialmente contribuir a la expansión de CDI Américas:
Río Digital. El Fomin está desarrollando un proyecto con CDI Brasil, la municipalidad de Río de Janeiro y otras organizaciones no gubernamentales para ampliar el modelo CDI en Río. El programa piloto busca mejorar veinte de los centros existentes y convertirlos en "escuelas modelo", y luego desarrollar un sistema de "franquicias" para instalar el modelo en otros países.
La iniciativa incluye el desarrollo de nuevos productos y nuevos cursos, mejoramiento tecnológico y la concreción de asociaciones con el sector privado. El costo total del proyecto es de aproximadamente US$1,5 millones, con una contribución del Fomin de US$900.000.
Fortalecimiento de CDI Brasil. Un programa de cooperación técnica regional del BID que está en preparación fortalecerá la capacidad institucional de CDI Brasil y sus posibilidades de diseñar una estrategia para extender el modelo a otros países de América Latina. Se espera también que el proyecto financie la creación de por lo menos diez nuevas escuelas en cada uno de cuatro nuevos países o el fortalecimiento de las escuelas ya establecidas en Colombia y Uruguay.
Programa regional de promoción de emprendimientos juveniles. El BID y el Fomin están diseñando un programa destinado a promover emprendimientos juveniles e incrementar el empleo entre los adultos jóvenes mediante programas innovadores de tecnología de la información en asociación con la International Youth Foundation.
El programa co-financiará proyectos diseñados para fomentar la capacidad empresarial y promover el desarrollo empresario en la región, con especial énfasis en la tecnología de la información. Se apoyará específicamente la integración de la tecnología de la información a nuevos emprendimientos empresariales.
El programa, cuyo costo estimado es de US$25 millones, será co-financiado por el Fomin y varios auspiciantes privados. Ofrecerá financiamiento para por lo menos 30 a 35 programas diferentes en la región, capacitará a 12.000 a 15.000 jóvenes y ayudará a establecer 500 nuevas empresas. Se espera que el proyecto se presente para aprobación al comité de donantes del Fomin a principios del año próximo.
El BID creó también en 1995 el Programa de Desarrollo y Alcance Juvenil para promover la activa participación de los jóvenes en el proceso de desarrollo en cuatro áreas principales: participación y liderazgo, emprendimientos, tecnología y servicio comunitario.