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Nuevo informe destaca contribución del Banco al desarrollo de América Latina y el Caribe, así como a proyectos innovadores en la región
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha mejorado significativamente la forma en que mide el impacto en el desarrollo, así como el seguimiento del desempeño de sus proyectos en América Latina y el Caribe, de acuerdo al Panorama de la Efectividad en el Desarrollo en 2011 del BID.
El informe también mide el progreso del BID en 2011 en 27 indicadores que resumen sus contribuciones al desarrollo económico y social de la región. Unas 12 millones de personas se beneficiaron de programas de lucha contra la pobreza financiados por el BID. Igualmente, más de 2,5 millones de estudiantes de la región se beneficiaron con proyectos de educación del Banco y 2,5 millones de agricultores tuvieron acceso a mejores servicios y a inversiones durante el año, según el informe.
Esta tercera edición del Panorama de la Efectividad en el Desarrollo examina la metodología de diseño de proyectos del BID, cómo se evalúa su impacto, y en qué medida coinciden las inversiones del Banco con las necesidades de desarrollo más urgentes de los países miembros prestatarios.
Asimismo, el informe mide el progreso del BID en alcanzar los resultados esperados y los acordados por los gobernadores del Banco para el Noveno Aumento General de Recursos.
“Este informe demuestra que los esfuerzos sostenidos para mejorar nuestra efectividad en el desarrollo están dando frutos”, dijo el presidente del BID, Luis Alberto Moreno. “No sólo nos estamos convirtiendo en una institución más transparente, sino que también estamos aprendiendo importantes lecciones sobre qué enfoques funcionan mejor para resolver los desafíos de desarrollo de nuestra región”.
En relación a los préstamos, el BID está cerca de alcanzar todas las metas establecidas en 2010, cuando los gobernadores del Banco aprobaron una ampliación de capital de US$71.000 millones. Los préstamos a países pequeños y vulnerables y en apoyo a iniciativas favorables al medio ambiente alcanzaron respectivamente 36 y 33 por ciento de los préstamos aprobados el año pasado, superando los objetivos iniciales de 35 por ciento y 25 por ciento, fijados para 2015.
Mientras tanto, los préstamos para programas de reducción de la pobreza y la desigualdad alcanzaron 49 por ciento, cerca de la meta de 50 por ciento puesta para 2015. Los préstamos para cooperación e integración regional alcanzaron a su vez 12 por ciento, tres puntos porcentuales por debajo de la meta para 2015.
Haciendo lo correcto, correctamente
El BID ha seguido mejorando el diseño de sus proyectos, al igual que los instrumentos y procesos para medir su impacto en el desarrollo, señala el informe. Todos los proyectos aprobados en 2011 proporcionaron información suficiente para medir y documentar los resultados de manera significativa, cumpliendo los umbrales mínimos de evaluabilidad, un requisito clave en el reciente acuerdo de aumento de capital. En efecto, 86 por ciento de proyectos con garantía soberana fueron calificados como “altamente evaluables”, en comparación con 41 por ciento en 2010.
La proporción de proyectos con planes de evaluación rigurosos alcanzó 31 por ciento en 2011, uno de los niveles más altos entre todas las instituciones de desarrollo multilaterales, frente a sólo 8 por ciento de hace cuatro años, sostiene el informe. Por otra parte, todos los proyectos incluyeron análisis costo-beneficio o de costo-efectividad.
El Panorama de la Efectividad en el Desarrollo también describe una serie de proyectos del BID que demuestran cómo se incorporaron lecciones aprendidas de experiencias anteriores, así como la introducción de innovaciones importantes que permitieron resolver problemas clave del desarrollo en países miembros, incluyendo la adopción de una rigurosa metodología de evaluación de impacto.
Por ejemplo, el año pasado el BID aprobó una donación de US$50 millones para la reconstrucción de escuelas haitianas y mejorar la calidad de la educación, en base a la experiencia de reconstrucción del sistema educativo de Nueva Orleans después del huracán Katrina. A su vez, para apoyar la reforma del sistema de transporte aéreo en las Bahamas, el Banco aprendió lecciones aportadas por Canadá, Australia y Nueva Zelanda, países con poblaciones relativamente pequeñas y dispersas en grandes áreas geográficas, con un pequeño número de compañías aéreas y una fuerte dependencia de líneas aéreas en relación a su propia conectividad.
Otra innovación importante se relaciona con la seguridad ciudadana, uno de los principales problemas que enfrenta América Latina y el Caribe. El BID está ayudando a Ecuador a construir un sistema de última generación para mejorar la recopilación de datos sobre delincuencia con el fin de prevenir el delito. La información será desplegada en un mapa que permita al país identificar focos de delito y desarrollar políticas y acciones policiales específicas para reducir la violencia en esas zonas. El proyecto se basa en experiencias exitosas en ciudades como Boston y Seattle, que lograron reducir la violencia juvenil y la delincuencia.
Igualmente, el BID también ha avanzado en sus esfuerzos para medir los resultados de los programas de desarrollo en los países miembros prestatarios, señala el informe. Hasta el momento, 65 por ciento de las estrategias de país ha sido preparada en un marco riguroso basado en resultados, y el restante 35 por ciento será aprobado este año bajo el mismo marco, permitiendo que el BID alcance una implementación completa de las estrategias consideradas.