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BID aprueba US$50 millones para reforma de educación de Haití

El Banco Interamericano de Desarrollo anunció hoy la aprobación de una donación de US$50 millones para la reforma educativa de Haití, la primera contribución bajo un compromiso de US$250 millones para apoyar los esfuerzos del gobierno haitiano para brindar educación gratuita y de calidad a todos los niños.

El BID también se ha comprometido a recaudar otros US$250 millones entre donantes no tradicionales. El primero en responder ha sido una institución financiera de Trinidad y Tobago, First Citizens Bank, con una donación de US$1 millón para la construcción de una nueva escuela.

El plan haitiano apunta a crear un sistema educativo financiado por el gobierno que englobe a escuelas públicas y privadas. El objetivo es subsidiar la educación para reducir los costos de matrícula en las escuelas participantes y permitir que más niños se inscriban y completen sus estudios. Incluso antes del terremoto del 12 de enero había medio millón de niños de edad escolar que no asistían a clases, principalmente porque sus padres no podían costear la matrícula.

Otro objetivo del plan es construir más de 2.500 escuelas a prueba de sismos y huracanes. Los nuevos edificios serán más amplios para acomodar a más alumnos desde preescolar hasta 9º grado. El terremoto destruyó o dañó las instalaciones de más de 4.000 escuelas, centros de capacitación e instituciones de estudios superiores.

Además, el plan busca mejorar la capacitación de maestros y la certificación de escuelas. Antes del sismo, uno de cada cuatro maestros no tenía título secundario y tres de cada cuatro escuelas privadas operaban sin licencia oficial. Para participar en el nuevo sistema, las escuelas privadas deberán cumplir con normas más estrictas sobre calificación de maestros y condiciones de edificios.

La reforma educativa haitiana aprovechará iniciativas en marcha. Por ejemplo, para distribuir subsidios utilizará un mecanismo de reducción de matrícula creado bajo Educación Para Todos, un programa lanzado en el 2007 con apoyo del Banco Mundial. Las escuelas participantes en este esquema deben someterse a auditorías independientes para verificar cómo usan los subsidios y que no cobran cuotas adicionales a las familias de sus alumnos.

En total, el plan de reforma, que abarca desde el preescolar a la universidad, costará unos US$4.200 millones a lo largo de cinco años. El gobierno haitiano, que en la actualidad dedica alrededor de 1,5 por ciento del producto interno bruto a la educación, espera incrementar gradualmente el gasto en este sector a 4 por ciento del PIB, cerca del promedio latinoamericano.

El plan requerirá apoyo de países e instituciones donantes que llevan décadas trabajando en el sistema educativo haitiano, aportando recursos financieros y técnicos. Sin embargo, la reforma ha sido diseñada para que sus componentes se puedan ajustar a los fondos disponibles.

Esta primera donación del BID para el plan de reforma contempla inversiones a corto y largo plazo. Entre las más inmediatas figura la construcción de 25 escuelas provisionales de 10 aulas cada una, equipadas con muebles, servicios de agua y saneamiento y electricidad. Veinte de estas estructuras livianas pero resistentes se erigirán en la región afectada por el terremoto y cinco se construirán en zonas de reasentamiento de personas sin techo.

La donación también financiará la construcción de 30 escuelas permanentes. Los edificios contarán con paneles solares, tanques de agua, servicios sanitarios, cocina, cantina, enfermería y oficinas de administración. Las escuelas estarán equipadas con pupitres en lugar de bancos y mesas, a fin de facilitar el acceso a niños con discapacidades físicas.

La construcción de escuelas será supervisada por el Fondo de Asistencia Económica y Social (FAES), una agencia gubernamental que lideró la construcción de más de 600 aulas provisionales financiadas por el BID luego del sismo. FAES ha formulado lineamientos de construcción basados en las experiencias de Nueva Orleans tras el huracán Katrina y de la isla francesa de Martinica, que ha sufrido sismos.

Parte de los recursos aportados por el BID ayudarán a ampliar la cobertura del mecanismo de Educación Para Todos, brindando subsidios para otros 35.000 alumnos de familias en extrema pobreza. Asimismo financiarán capacitación para maestros y personal de administración de las 55 escuelas nuevas y la compra de equipos escolares para 27.500 alumnos, incluyendo uniformes, libros de texto, cuadernos, lápices y borradores. Más de 600 maestros recibirán materiales.

Además, parte de la donación se invertirá en fortalecer al Ministerio de Educación haitiano para ampliar su capacidad para llevar adelante la reforma, modernizar sus sistemas de administración, actualizar su marco legal para las asociaciones público-privadas y crear un ente autónomo de supervisión de la infraestructura escolar.

La donación será ejecutada por el Ministerio de Educación, FAES y la Unidad de Educación Para Todos.

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