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BID aprueba la cifra récord de US$9.600 millones para nuevas operaciones en 2007

Informe anual resalta nuevas iniciativas para que el BID se convierta  en “socio indispensable” de la región

 

El Grupo Banco Interamericano de Desarrollo alcanzó un récord histórico en su programa de préstamos para 2007 al aprobar US$9.600 millones de financiación para proyectos en América Latina y el Caribe, según el último Informe anual del BID.

 

Esta es la cifra más elevada de la historia del BID, si se exceptúan los préstamos de emergencia. Durante 14 años consecutivos, el BID ha sido la principal fuente de recursos multilaterales para América Latina y el Caribe.

 

Del total, US$9.000 millones se destinaron a 111 préstamos y 16 garantías de crédito del BID propiamente dicho; US$470 millones corresponden a la Corporación Interamericana de Inversiones (CII), la afiliada  del BID especializada en la pequeña y mediana empresa; y US$135 millones tuvieron como fuente el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) administrado por el BID, de los que US$100 millones fueron donaciones.

 

Los desembolsos en 2007 sumaron cerca de US$7.600 millones, la cifra más alta de los últimos cuatro años.

 

El BID aprobó asimismo US$167,8 millones en donaciones para proyectos de cooperación técnica en 2007, en comparación con US$104 millones en 2006. 

 

El presidente Luis Alberto Moreno señaló que estos resultados demuestran que el BID está cumpliendo con su objetivo de convertirse en “socio indispensable de los gobiernos, de las empresas   y de las instituciones internacionales que apoyan a la región de América Latina y el Caribe”.

 

Áreas clave

 

Una mayoría de la financiación aprobada en 2007 – US$5.700 millones – se destinará a  proyectos de infraestructura y competitividad en áreas como transporte, energía y puertos en zonas de intensa actividad exportadora.

 

Las operaciones orientadas a combatir la pobreza superaron los US$2.700 millones ( 30 por ciento del volumen total de préstamos del BID), pero muchos otros proyectos contribuyen indirectamente a su reducción. Entre estos últimos hay que destacar a lo largo de 2007 programas de desarrollo social a través de la música en Venezuela, de atención de salud primaria en Argentina y de desarrollo sostenible en la sierra del Perú. 

Las operaciones de préstamos al sector privado sin garantías gubernamentales crecieron hasta alcanzar US$2.300 millones para 29 proyectos en 2007, en comparación con US$920 millones para 20 proyectos en 2006. Las aprobaciones del pasado año incluyeron 12 operaciones en el marco del Programa de Facilitación del Financiamiento al Comercio Internacional, que ofrece financiación de corto y medio plazo a exportadores e importadores. Entre las transacciones pioneras se destacó  un préstamo de US$400 millones a Perú LNG, un proyecto  de producción de gas natural líquido.

 

Durante 2007 el BID lanzó sus primeras operaciones bajo la iniciativa Oportunidades para la Mayoría, cuyo objetivo es extender los beneficios del crecimiento al 70 por ciento de los ciudadanos de América Latina y el Caribe con ingresos anuales inferiores a US$3.000. En uno de sus proyectos, el FOMIN aprobó una donación de US$1 millón para extender un innovador modelo de microfinanzas en el que se asociaron la microfinanciera  FinComun y la panificadora  Grupo Bimbo, cuya red de distribución llega a  unos 450.000 pequeños negocios  en México.  

 

El BID aprobó también 20 préstamos para el medio ambiente por un total de US$1.100 millones, en especial para proyectos de agua y saneamiento. Asimismo, tres préstamos fueron concedidos a Perú por un total de US$350 millones para agua potable y  saneamiento y para el programa “Agua para todos”. Además, se aprobaron 81 donaciones por US$32,4 millones para proyectos ambientales como manejo de riesgo de desastres, manejo integrado de recursos naturales, desarrollo rural y agricultura sostenible.  

 

En 2007 el BID aprobó dos préstamos por un total de US$21,6 millones y 14 donaciones por US$4,1 millones para proyectos relacionados con integración comercial. Estos últimos incluyeron una donación del FOMIN por US$1,6 millones para un sistema de exportación por correo simplificado basado en un modelo pionero de Brasil para otros cuatro países sudamericanos como parte de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional de Sudamérica.

 

Nuevas iniciativas

 

En 2007, el BID aprobó también la condonación de saldos de deudas pendientes a finales de 2004 de Bolivia, Guyana, Haití, Honduras y Nicaragua –un total de US$3.400 millones en pagos de capital y US$1.000 millones en futuros cobros por intereses. La cancelación de la deuda permitirá a estos países dedicar más recursos a programas prioritarios de reducción de pobreza. 

En reconocimiento de la importancia crítica de la seguridad energética de la región, el BID lanzó en 2007 su Iniciativa para Energía Sostenible y Cambio Climático. Con un  fondo de  US$20 millones está financiando estudios de factibilidad y cooperaciones técnicas para proyectos que sienten las bases para la industria de biocombustibles y para programas de eficiencia energética.  

 

Dos iniciativas adicionales contribuyen al objetivo de mejorar la situación económica y social de la región: el Fondo para Inversión en Infraestructura (InfraFund), dotado con US$20 millones, para identificar y desarrollar proyectos de infraestructura de gran envergadura, y el Fondo para la Prevención de Desastres, dotado con US$10 millones, para asistir a los países en la identificación de riesgos asociados a desastres naturales, que cada año afectan indirectamente a cerca de cuatro millones de personas  de la región. Adicionalmente, en 2007 se aprobó un Programa Especial en Apoyo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio – Fondo Social. 

 

El BID aprobó una nueva Política de Gestión de Desastres Naturales y completó sus líneas de acción en esta área. Esta política consolida una orientación proactiva y de amplio alcance, con un enfoque hacia la asistencia de prevención de desastres, y resalta la efectividad del apoyo del BID a sus prestatarios para la aprobación de medidas de gestión de riesgos y respuesta a desastres. 

 

Moreno se manifestó optimista sobre el crecimiento de la región: “Pese la inestabilidad reciente de los mercados financieros internacionales y la desaceleración prevista de la economía estadounidense, las perspectivas para América Latina y el Caribe son mejores de lo que han sido en décadas,” puntualizó. Respecto a la reciente reorganización del BID, Moreno añadió: “En un momento crucial de la historia de la región, es para mí un gran honor presidir un Banco revitalizado, colmado de talento e imbuido  de un nuevo propósito. Estamos deseosos de abordar los retos venideros”.  

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