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El Salvador impulsa su recaudación con la transformación digital de la administración tributaria y aduanera

A customs agent working - Mejorando Vidas - Inter American Development Bank - IDB

Octubre 17, 2024

En El Salvador era frecuente que mercancías importadas de consumo masivo, como carnes, bebidas y galletas, permanecieran detenidas hasta cinco días en las aduanas del país, un retraso que se traducía en mayores costos para empresas y consumidores.

“Todo antes era en papel”, dice Blanca Alicia Roque, directora ejecutiva de la Asociación de Distribuidores de El Salvador (ADES), una de las asociaciones gremiales más importantes del país y responsable de la distribución del 85% de los productos de consumo masivo en el mercado salvadoreño. “Entonces eso significaba que no había uno, dos, tres, cuatro papeles, sino que realmente era un archivo completo con copias y copias de más copias”.

Esta situación empezó a cambiar en 2018 con un préstamo de US$30 millones del Banco Interamericano de Desarrollo que financió la modernización de la administración tributaria del país. El proyecto apoyó la digitalización de varios procesos tributarios y aduaneros, con el fin de combatir la evasión, el fraude y el contrabando, así como aumentar la eficiencia, el control tributario y, principalmente, la recaudación.

Se financiaron mejoras en la gestión de los tributos internos, incluida la digitalización de los documentos tributarios, además del fortalecimiento de los centros de atención al contribuyente y de los servicios prestados en línea. En las aduanas se promovió la adopción de tecnologías digitales de punta para fortalecer y agilizar sus operaciones de control e inspección de mercancías. Además, se modernizó toda la infraestructura y gestión de la información del viceministerio de ingresos.

“El programa está optimizando las bases y la ruta para una administración tributaria más robusta y eficiente, facilitando un incremento en la recaudación de impuestos y mejorando la equidad fiscal, así como promoviendo la confianza en el sistema tributario por parte de los ciudadanos y empresas”, según explica Margarita Libby Hernández, jefa de operaciones del BID en El Salvador.

 

Transformación digital de las aduanas

El proyecto apoyó la modernización de dos de las principales aduanas en el país y la actualización del código aduanero, además de crear un nuevo sistema aduanero que ahora hace parte de un plan estratégico de modernización de los principales puntos de entrada del país.

Entre los avances concretos se encuentra el mejoramiento en las operaciones de control e inspección de mercancías en el puerto de Acajutla, las cuales ahora se llevan a cabo de forma remota. En la aduana de San Bartolo, por ejemplo, gran parte de las inspecciones de las mercancías se realizan a través de un scanner, haciendo el proceso más ágil y eficiente.

Inspection using a scanner at the San Bartolo’s customs office - Inter American Development Bank - IDB

 

Las tecnologías digitales también posibilitan la completa trazabilidad de las mercancías una vez que pasan por la inspección en las aduanas, con la instalación de marchamos con GPS en los camiones de carga.

Estos avances, que fueron introducidos en 2021, solamente han sido posibles gracias a la adquisición de tecnología crítica para este tipo de operaciones, y a la implementación de una plataforma transaccional para el sistema aduanero que permite que los manifiestos de carga se transmitan electrónicamente y se agilice el proceso de inspección.

Con el programa también se adquirieron drones, equipo informático de última generación, tecnologías de identificación por radiofrecuencia (RFID) y sistemas de video vigilancia, que han facilitado un flujo de comercio más controlado y de tránsito eficiente.

Todas las inversiones en tecnología han hecho posible una gran reducción de los tiempos de inspección y verificación. Ahora, los despachos aduaneros se pueden hacer en 30 minutos, en vez de 72 horas, de acuerdo con José Benjamín Mayorga, director de la Dirección General de Aduanas de El Salvador (DGA).

Gracias a la digitalización de los manifiestos de carga y una mejor gestión de riesgo, El Salvador ahora ofrece un Canal Azul, el cual permite que la verificación física de las mercancías se haga en la propia empresa, ofreciendo más agilidad y comodidad para contribuyentes que son considerados con bajo riesgo de incumplimiento.

Factura electrónica impulsa la eficiencia y la sostenibilidad medioambiental

El proyecto también apoyó la digitalización de los documentos tributarios, incluyendo la factura electrónica, especialmente del Impuesto al Valor Agregado (IVA), una de las principales fuentes de recaudación del país. Esto ha contribuido en un aumento de la recaudación del IVA, el cual alcanzó 8,7% del PIB en 2023 comparado con 3,5% en 2017, de acuerdo con el Ministerio de Hacienda.

Con la digitalización de los documentos tributarios es más fácil para los contribuyentes, sin importar su tamaño, el reportar y pagar los impuestos, y para la autoridad tributaria verificar su cumplimiento, pues todo el proceso es automatizado.

Electronic Invoicing Division at the General Directorate of Internal Revenue - Inter American Development Bank - IDB

 

“Veníamos con un sector empresarial que tenía un divorcio. Había una separación entre el manejo de sus finanzas y el manejo de sus impuestos¨, explica Marvin Sorto, director de la Dirección General de Impuestos Internos de El Salvador. Ahora ellos cuentan con “una plataforma integrada que les permite poder administrar sus impuestos y sus finanzas que les da resultados en tiempo real.”

Actualmente 6,897 contribuyentes ya han implementado la solución de digitalización de documentos tributarios lo que ha llevado a una reducción de costos relacionados con el uso y almacenamiento de papel. De acuerdo con estimaciones del gobierno hasta septiembre de 2024, el proyecto evitó la tala de 29.157 árboles y logró una reducción de consumo de 208,6 millones litros de agua.

Infraestructura digital y física enfocada en el contribuyente 

Para lograr todo el proceso de digitalización, el proyecto apoyó la actualización de la legislación y de reglamentos internos y de la base de datos de registro de los contribuyentes y su clasificación económica, lo que ha permitido aumentar la capacidad de control y análisis de la información del gobierno, con el objetivo de disminuir la brecha tributaria del IVA.

“Uno de los aspectos innovadores del proyecto fue el foco en el ciudadano”, comenta Ana Cristina Calderón, jefa del equipo de proyecto. “El objetivo fue mejor acercar los contribuyentes a la administración tributaria”.

El proyecto está impulsando el incremento de los servicios digitales ofrecidos al pequeño contribuyente. Se reformaron seis centros de atención exprés en el país, y se expandieron las capacidades e infraestructura fisca de estos centros para ayudar a los contribuyentes a usar los servicios y trámites ofrecidos digitalmente.

“Ha mejorado bastante”, señala Félix Alfredo Pineda, profesor y usuario del Centro Exprés de San Vicente, que ahora puede realizar sus trámites en una sala con buena iluminación, aire acondicionado y cómodas sillas. “El servicio en línea que están prestando facilita mucho”.

Taxpayers at the Express Center of San Vicente - Inter American Development Bank - IDB

 

Para poder soportar la digitalización, el Ministerio de Hacienda modernizó su infraestructura tecnológica, incluyendo la red de servidores y la comunicación de redes. El proyecto también financió la integración de las bases de datos de diferentes direcciones responsables por la recaudación de impuestos, además de implementar un sistema de nube privada.

Esta nueva infraestructura ha aumentado la disponibilidad de los servicios en línea, reduciendo el riesgo de interrupciones durante los picos de demanda durante los vencimientos de pagos de impuestos, de acuerdo con Moisés Dubón Carranza, director de la Dirección Nacional de Administración Financiera e Innovación.

Impactos en la recaudación

El proyecto ha contribuido para el aumento de la recaudación de US$2 mil millones entre 2020 y 2023, lo que posibilitó que los ingresos tributarios llegasen a más de 20% del PIB del país, de acuerdo con Jerson Posada, Ministro de Hacienda de El Salvador.

El proyecto también ha contribuido a la reducción de la evasión fiscal por medio de la mejor supervisión y aplicación de las leyes y el mejoramiento de los procesos tributarios, recortando de manera significativa los tiempos de atención para el contribuyente.

“Como país, hemos logrado importantes avances en nuestro camino hacia la consolidación de las finanzas públicas’’, afirma Posada. “Debemos continuar nuestros esfuerzos por mantener el ritmo en la modernización digital para continuar aumentando los niveles de recaudación tributaria y eliminar por completo la brecha de evasión”.

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