
Mayo 28, 2019
¿Sabías que en América Latina un 88% de las escuelas no cuenta con un laboratorio de ciencias? ¿Cómo podemos, entonces, explicarle a los estudiantes qué son las leyes de la termodinámica o los estados de la materia, más allá de la teoría?
La respuesta podría estar en una app.
Lab4U, fundada en 2013 por la bioquímica chilena Komal Dadlani y el ingeniero colombiano Álvaro Peralta, es una startup educativa que básicamente transforma tu smartphone en un verdadero laboratorio de bolsillo.
Hace seis años, el equipo de Komal y Álvaro desarrolló su primera app, Lab4Physics, que busca enseñar contenidos de física a estudiantes de enseñanza secundaria y primaria. El aplicativo utiliza cuatro sensores que vienen integrados dentro de un smartphone y los integra con más de 25 experiencias prácticas de laboratorio. Al usar el dispositivo móvil --junto a materiales simples como esferas o elásticos-- los estudiantes pueden experimentar inmediatamente y de forma práctica con las ondas, la fuerza, el movimiento, la temperatura y otros contenidos teóricos propios de la física. Las otras versiones, Lab4Chemistry para química y Lab4Biology para biología, estarán disponibles a fines de 2019 y durante 2020.
Con esto, la innovación de Komal y Álvaro busca solucionar cuatro barreras que se han identificado al enseñar materias como física, química y biología: la carencia de infraestructura, el alto costo del equipamiento de un laboratorio, la falta de capacitación docente y, sobre todo, la apatía de los estudiantes ante las ciencias básicas.
“Hay que tener un cambio de paradigma. Si logramos este cambio en la mentalidad de nuestras comunidades educativas, desde el ministro hasta los profesores, ahí recién vamos a poder cambiar la forma en que enseñamos y dejar atrás ese modelo prusiano del siglo pasado”, dice Komal Dadlani, fundadora de Lab4U.
El experimento mexicano
A la fecha, las apps de Lab4U han sido utilizadas por más de 100.000 estudiantes y 20.000 profesores en 20 países alrededor del mundo, incluyendo a Chile, Colombia, Argentina y México en América Latina. Si bien la brecha digital es cada vez más corta en la región, la inclusión de tecnologías y dispositivos digitales en las salas de clase sigue siendo una práctica aislada. Los colegios siguen utilizando métodos de enseñanza antiguos, ya sea por falta de recursos para adquirir tecnologías nuevas, o porque los profesores carecen también de capacitación.
“Los sistemas educativos de América Latina y México siguen estando en el siglo pasado. Y muchas veces, aunque los maestros quieran adaptarse a las necesidades del siglo 21 y dejar de estar en el siglo pasado, no cuentan con las condiciones propicias”, dice Miguel Székely, director del Centro de Estudios Educativos y Sociales de México.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está apoyando un proyecto piloto que implementó Lab4U en 46 escuelas públicas de Sinaloa, un estado a casi 1.300 kilómetros al noroeste de la Ciudad de México. El piloto contó con la participación de 4.868 estudiantes de penúltimo año de secundaria en tres de las ciudades más pobladas del estado: Mazatlán, Los Mochis y Culiacán. “Pensamos que Sinaloa representa a un estado promedio en México y, si funciona una intervención así allí, podría funcionar en otros estados. A la vez tiene indicadores socioeconómicos particulares que la hacen aplicable a otros contextos de la región”, dice Nathan Marks, parte del equipo de Lab4U.
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¿El costo? Dos dólares por estudiante, cada mes. Al comparar esta cifra con lo que significa construir, mantener y equipar una serie de laboratorios, la oportunidad que ofrece una tecnología como Lab4U es significativamente más económica y asequible, más aún cuando sólo el 12% de las escuelas de la región cuenta con un laboratorio científico. “De hecho, la app no requiere que todos los estudiantes cuenten con un teléfono. La app está diseñada para que los experimentos funcionen con una proporción de tres estudiantes por cada celular”, cuenta Marks.
La intervención tuvo una duración de un año y tres meses, desde mayo de 2017 hasta agosto de 2018. Se capacitó a 76 profesores, quienes regresaron a sus escuelas para implementar un número de diez experimentos con Lab4Physics a lo largo de un semestre. Al finalizar el piloto, el BID y el Centro de Estudios Educativos y Sociales de México desarrollaron un informe donde se detallan los principales hallazgos tras la implementación de la tecnología en las escuelas sinaloenses.
¿Qué encontramos?
Tras el semestre de intervención, encontramos tres principales hallazgos en los estudiantes que usaron Lab4U: mejoró su actitud y disposición para aprender física, aumentó el desempeño académico en el área de conocimiento, y se incrementó el número de estudiantes interesados en seguir una carrera en ciencias, matemáticas o ingeniería.
“Si me pongo a imaginar cómo sería una región donde a los estudiantes les guste, desde que están en la escuela, estudiar ciencias básicas o matemáticas, imagino una región donde vamos a tener mucha más producción científica, donde vamos a crecer”, dice Cristina Pombo, asesora del Sector Social en el BID.
Para muchos de los alumnos en Sinaloa, Lab4U fue el primer acercamiento a experimentar de forma práctica la teoría aprendida en clases. La mayoría de ellos nunca había estado en un laboratorio de ciencias y tampoco había puesto en marcha los contenidos revisados en los libros de texto. “A nosotros nos emocionó mucho ver ese aumento en el interés por seguir carreras científicas y esa mejora en la actitud por aprender más. Para muchos de ellos fue la primera vez que tenían una experiencia así, más vivencial, y creemos que eso fue un factor determinante en el aumento de su interés”, cuenta Marks.
La incorporación de tecnologías digitales a las salas de clases no sólo ayuda a que los estudiantes puedan incorporar de mejor manera los conocimientos, sino que también cambia la percepción que estos tienen sobre los espacios educativos. “Lo que me gusta es que salimos. No la pasamos nada más encerrados en el salón con un libro investigando, convivimos con nosotros mismos en equipo y aprendemos de una manera más divertida”, dice Jocelyn, una de las estudiantes que participó del piloto en Altata, Sinaloa.
El #sonómetro de Lab4Physics te permite grabar un sonido y analizar su gráfico de Amplitud vs. Tiempo y el de Intensidad...
Posted by Lab4U on Monday, April 2, 2018
¿Qué pasa con la brecha digital?
Para usar métodos interactivos y digitales en las aulas, América Latina debe primero solucionar y acortar la brecha digital que existe en la región: sólo un 44% de los hogares latinoamericanos cuenta con acceso a internet, mientras que esa cifra sube a un 88% en los países de la OCDE; en países como Honduras, Guatemala y Nicaragua, existen familias que destinan hasta un 20% de su salario para obtener una suscripción a internet de banda ancha.

Hoy, más que nunca, es indispensable que los gobiernos y las instituciones puedan generar políticas públicas para democratizar las tecnologías, aún más para las poblaciones de bajos ingresos y en contextos educativos.
“La educación se tiene que poner a la par de lo que está pasando en la Cuarta Revolución Industrial; usando tecnologías digitales podemos llegar a más estudiantes, y esos estudiantes pueden aprender de mejor manera”, dice Cristina Pombo, asesora del Sector Social del BID.
Descubre más sobre este proyecto, el piloto y sus hallazgos descargando “¿Y esto para qué sirve?” La indagación científica como clave de la enseñanza de competencias STEM para el siglo XXI de forma gratuita.
