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Biotecnología que hace historia en Argentina

Mayo 6, 2019

 

Seguro que lo has escuchado alguna vez: rotavirus. Es común en niños de hasta cinco años y se estima que, solo en 2017, fue causante de la muerte de 500.000 menores en el mundo. El virus es la causa más frecuente de diarrea grave en niños pequeños y, en casos agudos, genera una deshidratación fuerte que puede requerir hospitalización e incluso provocar la muerte.

 

Mapa rotavirus Esp

 

En la actualidad existen vacunas que son efectivas para prevenir la infección por rotavirus, pero no existe ningún tratamiento para neutralizar al virus una vez que se produce el contagio.

La clave está en las llamas

Cuando un humano se infecta con rotavirus, sus anticuerpos combaten la infección adhiriéndose a la capa más superficial del mismo. Ahora bien, esta capa cambia constantemente año a año y de especie a especie —tal como el virus de la gripe— limitando la efectividad de los anticuerpos que el cuerpo produce naturalmente.

En el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en Argentina encontraron que la respuesta a combatir la enfermedad estaba en los camélidos, los cuales también se contagian de rotavirus. Estos animales poseen nanoanticuerpos (VHH), de un tamaño mucho menor que los anticuerpos normales, capaces de atravesar la capa externa del rotavirus y combatir la infección.
 

Rotavirus Esp

 

Tras una investigación de 14 años, el INTA desarrolló una plataforma para crear nanoanticuerpos, a partir de camélidos, capaces de neutralizar en humanos diferentes variantes del rotavirus. "Son las partículas más pequeñas que existen en la naturaleza, capaces de reconocer y neutralizar a otras", asegura Viviana Parreño, responsable del Laboratorio de Virus Diarreicos del INTA en Castelar, Argentina. Otro logro del INTA es que la misma plataforma podría abrir la puerta para la producción de otros nanoanticuerpos y crear inmunoterapias contra otras enfermedades.

“Hoy contamos con VHH para varios agentes virales de impacto en salud humana, animal y vegetal, que incluye rotavirus A, norovirus, influenza A, virus de la diarrea viral bovina y virus del mal de río cuarto del maíz”, aclara Parreño. “Los dos primeros están protegidos bajo patentes, mientras que los otros aún se encuentran en proceso de protección”.

El proyecto, patentado en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) del Ministerio de Producción y Trabajo de Argentina, fue ganador del 1er Concurso del PROSUR, entidad que reconoce al mejor invento de los últimos cinco años de la región.

Video: el proyecto, explicado por el INTA
 

 

La vaca del futuro será argentina

Las vacunas contra el rotavirus, aunque efectivas, tienen algunas limitaciones. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud no recomienda su administración a niños inmunosuprimidos. Además, para su conservación, es necesario el uso de cadena de frío, limitando su distribución en zonas con poco o nulo acceso al suministro eléctrico.

Una característica de los nanoanticuerpos es que pueden vivir en ambientes alcalinos y ácidos manteniendo sus propiedades funcionales, y además resisten altas temperaturas como las utilizadas durante la pasteurización. 

Es por esto que, en 2011, el INTA —en asociación con las empresas Biosidus, Establecimiento Lácteo San Marcos y Aproagro— solicitó el apoyo de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica de Argentina. La Agencia, cuyos programas reciben financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), busca fortalecer la vinculación entre el sector científico y tecnológico con el sector socio productivo, de manera que se puedan encontrar soluciones innovadoras a través de la tecnología. 

 

Conoce tres iniciativas que usan la #biotecnología e #innovación para hacer vigilancia de #dengue y otras enfermedades transmitidas por #mosquitos https://t.co/7xvCIxuE6G @BIDgente

— Banco Interamericano de Desarrollo (@el_BID) January 10, 2018

 

“Vemos que toda esta inversión en ciencia y tecnología genera resultados concretos en la formación de talento especializado, el desarrollo de nuevos conocimientos científicos, y el surgimiento de nuevos productos y servicios innovadores. Esto a su vez se traduce en soluciones que mejoran la calidad de vida de la población y en un mejor desempeño de las empresas y la economía en general”, indicó Pablo Angelelli, especialista líder de la división de Competitividad, Tecnología e Innovación del BID.

¿El objetivo del apoyo? Desarrollar una vaca transgénica capaz de producir leche que ya incluya los anticuerpos desarrollados por los camélidos, y que pueda ser ingerida por infantes y bebés. El proyecto se presentó a la convocatoria de Alimentos Funcionales del Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC) y obtuvo financiación para desarrollar alimentos lácteos funcionales que contengan VHH en su formulación y, de esa manera, poder inmunizar a los niños de rotavirus.

"Esto quiere decir que, si logramos desarrollar una vaca transgénica que en su leche exprese estos nanoanticuerpos, podríamos pasteurizar esa leche y dársela a un bebé para protegerlo, por ejemplo, contra la diarrea por rotavirus", indica Viviana Parreño del INTA.

Desde 2009 el Banco Interamericano de Desarrollo ha financiado distintos programas de innovación tecnológica en Argentina por un total de 750 millones de dólares.

Si quieres saber más, puedes descargar de forma gratuíta nuestra publicación La política de innovación en América Latina y el Caribe - Nuevos caminos.

También puedes visitar nuestro blog sobre ciencia e innovación, Puntos sobre la i.

 

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