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Abandono escolar: el reto pendiente de Mesoamérica

Agosto 20, 2019

 

 

Revisa cuáles son las escuelas más innovadoras de la región en Escuelas innovadoras en América Latina: 30 redes que enseñan y aprenden aquí.

También puedes ver el estado y los retos de la educación en Mesoamérica descargando ¿Cuáles son los principales retos educativos de Mesoamérica? de forma gratuita aquí.

 

No hay duda de que la cantidad de niños y adolescentes que van a la escuela ha aumentado drásticamente en las últimas décadas: la tasa neta de escolarización en América Latina subió a un 76%, comparada al 49% que marcaba en 1990. Sin embargo, permanecer en la escuela hasta terminarla es otra historia. Hoy, cuatro de cada diez latinoamericanos no terminan su educación secundaria y la abandonan antes de cumplir los doce años de escolaridad, según nuestros datos.

En los países de Mesoamérica —subregión de América Latina compuesta por Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, El Salvador, Nicaragua y Belice— estos números son aún más preocupantes. La tasa de abandono escolar temprano supera en 14 puntos a la de América Latina y el Caribe en general. Especialmente, en los países del Triángulo Norte de Centroamérica (Honduras, El Salvador y Guatemala) las tasas de abandono pueden llegar a ser el doble de aquellas presentadas en otros países.

De acuerdo a los datos de nuestra plataforma CIMA, la cantidad de adolescentes que asisten a las escuelas secundarias llega apenas al 47 por ciento en Honduras, 44 por ciento en Guatemala y al 60 por ciento en El SalvadorEn Guatemala, por ejemplo, más de 217.000 estudiantes dejaron la escuela en 2018, según datos del Ministerio de Educación de ese país.
 

Dentro y fuera de la escuela

En los países del Triángulo Norte, las escuelas han dejado de ser sinónimo de protección, seguridad y refugio. Hoy, muchas de ellas son lugares de reclutamiento para pandillas, escenarios de enfrentamiento, extorsión y de peligro.

Según un estudio del Consejo Noruego para Refugiados (NRC), la Agencia Española de Cooperación (AECID) y ACNUR, la agencia de refugiados de Naciones Unidas, el 30 por ciento de los niños en Honduras —unos 890.000— no va al colegio; y en El Salvador se registraron unas mil deserciones por cada semana, durante 2018.

Interactivo: escoge un país y mira cómo se encuentra su tasa de escolarización

Más allá de los grandes esfuerzos que los países hacen para transformar a sus escuelas en lugares seguros e idóneos para estudiar, el problema traspasa las salas de clase. Para lograr que los niños y adolescentes de la región permanezcan dentro del sistema educativo se debe tomar en cuenta lo que sucede tanto en el aula como en casa. La influencia de las pandillas no es el único factor que puede determinar si un niño va o no a la escuela, sino también la solvencia económica de la familia y sus necesidades para, finalmente, decidir que ese niño o niña abandone los estudios para trabajar.

Las consecuencias de no ir al colegio se arrastran por décadas. Cada año de escolarización supone, en promedio, un aumento entre el 8 y el 10 por ciento de los ingresos de una persona; y  también aumenta sus posibilidades de adquirir un trabajo más calificado, que pague mejor y que entregue mayores beneficios al grupo familiar. Sabemos también que mientras más tiempo se queden las jóvenes en la escuela, menor la probabilidad de que queden embarazadas. En El Salvador, por ejemplo, un 22 por ciento de las niñas entre 15 y 19 años que dejaron la escuela se convirtieron en madres.

 

¿Cómo disminuyó la tasa de abandono escolar en una zona en #México? Conoce la respuesta aquí: https://t.co/nFoGuGvDyZ @BIDgente pic.twitter.com/DOwCmMz2A6

— Banco Interamericano de Desarrollo (@el_BID) June 28, 2018

 

¿Qué estamos haciendo?

“En la actualidad, el trabajo del BID en educación en Mesoamérica se está enfocando en identificar intervenciones probadas e innovaciones digitales que se adapten al contexto de cada país”, dice Pablo Zoido, especialista líder en educación del BID. “Esto, para asegurarse que los jóvenes prosperen en ambientes de aprendizajes seguros y estimulantes; completen su educación secundaria con habilidades relevantes para el trabajo y la vida; y aprovechen rutas educativas flexibles si se encuentran fuera de la escuela. En este sentido buscamos facilitar el intercambio de experiencia entre los países de Mesoamérica para que puedan afrontar sus retos educativos particulares”, dice.

La idea es empoderar a jóvenes vulnerables con habilidades del siglo XXI que incluyan habilidades básicas numéricas y de lecto-escritura, socio-emocionales y digitales. “Para lograr esto, el programa de educación del Banco en Mesoamérica promoverá intervenciones costo-efectivas e innovadoras que incentiven que los jóvenes permanezcan en la escuela; y para aquellos jóvenes que ya se encuentran fuera del sistema, promoverá oportunidades de educación alternativas para que también ellos puedan adquirir habilidades relevantes para la vida y el trabajo”, dice Raquel Fernández, especialista en educación del BID. 

 

Caminos para una mejor educación

¿En qué invertirías para mejorar la educación? https://blogs.iadb.org/educacion/

Posted by Banco Interamericano de Desarrollo on Monday, February 26, 2018

 

Para entender mejor la realidad que se vive en las escuelas de la región, entre marzo y abril de 2019 llevamos a cabo un estudio sobre abandono escolar y sus causas en el área metropolitana de San Salvador, capital de El Salvador. El país hoy tiene una tasa de abandono escolar temprano de un 35 por ciento, una de las más altas de la región, generalmente gatillada por la inseguridad, la violencia juvenil y las pandillas. Entrevistamos a niños y niñas entre 11 y 18 años que abandonaron sus estudios en los últimos 12 meses. Si bien el estudio concluyó que los encuestados valoran positivamente el hecho de estudiar, muchos de ellos dicen que fue el ambiente --tanto dentro como fuera de la escuela-- lo que los motivó a dejar sus estudios.

“Yo no quería ir todos los días a la escuela”, dice uno de los encuestados, que por motivos de seguridad permaneció en anonimato. “Era como una pelea. Donde yo vivía era de un bando, y donde estaba la escuela era de otro”, dice.  “A veces hasta secuestraban gente”, cuenta otro. Este ambiente hostil tiene un efecto completamente negativo en los niños y jóvenes, quienes en vez de ver a sus escuelas como espacios seguros, se sienten discriminados, amenazados y se dificulta la construcción de un sentido de pertenencia.

Desde el BID estamos comprometidos a asegurar que más niños y jóvenes tengan acceso a oportunidades educativas de calidad. Te interesa conocer más datos sobre la situación educativa en América Latina y el Caribe, te invitamos a visitar el Centro de Información para la Mejora de los Aprendizajes (CIMA).

 

Revisa cuáles son las escuelas más innovadoras de la región en Escuelas innovadoras en América Latina: 30 redes que enseñan y aprenden aquí.

También puedes ver el estado y los retos de la educación en Mesoamérica descargando ¿Cuáles son los principales retos educativos de Mesoamérica? de forma gratuita aquí.

 

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