Un proyecto piloto apoyado por el BID ilustra cómo se puede mejorar la enseñanza
Ante el deslucido desempeño de sus estudiantes en evaluaciones internacionales de aprendizaje, los gobiernos de América Latina están buscando modelos pedagógicos que ayuden a mejorar la enseñanza. Los resultados de los alumnos de esta región están por debajo del nivel de sus homólogos de países ricos y de naciones asiáticas como China, especialmente en materia de matemáticas y ciencias.
En la Argentina, el Ministerio de Educación y el Banco Interamericano de Desarrollo impulsan un proyecto piloto a fin de hallar métodos pedagógicos más eficaces para la enseñanza de ciencias y matemáticas en las escuelas primarias.
La experiencia sometió a prueba la eficacia de tres modelos novedosos, con base en la indagación, puestos en práctica en dos provincias argentinas durante el 2009. Los modelos se apartan radicalmente de las demostraciones dirigidas por los maestros y de la simple transmisión de conceptos. Incluyen dos modelos pedagógicos diferentes —Ciencia, Tecnología y Creatividad (CTC) y el Programa de Alfabetización Científica (PAC) — y un método de aprendizaje de matemáticas con base en un juego, denominado Matemáticas para todos. Con los tres modelos, los alumnos tuvieron la oportunidad de internarse en ricos cauces de indagación, orientados por sus maestros.
El proyecto se llevó a cabo con objeto de recabar información acerca de los modelos pedagógicos y sus efectos en el proceso de aprendizaje. La evaluación, llevada a cabo por un equipo de evaluadores externos de la Universidad Católica del Uruguay (UCUDAL) y el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE), fue un elemento clave del proyecto y brindó abundante material para análisis por parte de las autoridades argentinas.
Medición del impacto
La evaluación constó de componentes cuantitativos y cualitativos y consideró una amplia variedad de parámetros como los efectos en los logros; el entorno de enseñanza, incluyendo las dinámicas en el aula y las relaciones de género entre los grupos de alumnos; las nociones subjetivas de los maestros respecto de la capacidad de aprendizaje de los alumnos; la especialidad temática de los maestros y sus conocimientos pedagógicos; y la sostenibilidad de los modelos en cuanto al costo de su expansión al nivel nacional y la durabilidad de los aportes pedagógicos.
Los tres modelos fueron probados mediante una evaluación experimental en la que cada escuela fue asignada al azar a uno de los tres grupos de tratamiento (PAC, CTC y Matemáticas para todos) o al grupo de control que siguió el programa ordinario de ciencias naturales y matemáticas. El experimento abarcó a más de 18.100 alumnos de cuarto grado en 675 escuelas de las provincias de Tucumán y Buenos Aires. Estas provincias fueron elegidas sobre la base de sus características socioeconómicas desaventajadas y sus malos resultados educacionales.
La evaluación cuantitativa consistió en una prueba estandarizada al comienzo del año lectivo, en marzo del 2009, antes del comienzo del experimento, y nuevamente al término de éste, en diciembre del 2009. La prueba previa al experimento no pudo tomarse a todos los alumnos del proyecto y por eso se formó una muestra para la evaluación, compuesta por 56 escuelas escogidas de manera aleatoria, con un total de 5.892 alumnos de cuarto grado.
Se comparó a los grupos de la muestra conforme a numerosas dimensiones, incluyendo la tasa de repetición en las escuelas del grupo, su relación alumnos-maestro, la antigüedad de sus docentes, el estado y las características de su infraestructura y la disponibilidad de material didáctico, equipos y personal auxiliar.
La evaluación cualitativa consistió en la observación sistemática de las prácticas docentes y los cambios de pedagogía. Por medio de encuestas, entrevistas y observaciones en el aula, se reunió un amplio caudal de información atinente a las características de las escuelas, los alumnos, los maestros, las familias y los entornos comunitarios.
Antes y después
Las encuestas realizadas con objeto de establecer un parámetro básico para la comparación antes del comienzo del proyecto, mostraron que los maestros carecían de conocimientos de las materias y de interés en enseñarlas. En lo atinente a las matemáticas, los alumnos no tenían interés y tropezaban con inconvenientes para concentrarse en las tareas. En cuanto a las ciencias naturales, manifestaban interés pero eran incapaces de concentrarse. Se percibió, asimismo, que los padres no tenían interés en la educación de sus hijos.
Un año más tarde se realizaron nuevas encuestas en las escuelas participantes en el proyecto experimental. Los resultados de la nueva evaluación cualitativa revelaron entre los maestros mejoras en los conocimientos de los conceptos de los planes de estudio, en su propia imagen profesional y en su confianza en la capacidad de los alumnos para tratar esas materias. Los resultados de la evaluación cuantitativa indicaron que el aprendizaje de los estudiantes beneficiarios mejoró en mayor grado que el de los alumnos del grupo de control.
El modelo de matemáticas fue el que más influyó en el aprendizaje, con un aumento de 44 puntos en la clasificación media de las pruebas, frente a 19 puntos entre los estudiantes que se ciñeron al plan de estudios tradicional. El impacto fue especialmente sensible en la provincia de Buenos Aires, donde la diferencia entre los dos grupos fue de 34 puntos.
En lo tocante a los dos modelos de ciencias, el cambio fue significativamente distinto con respecto al grupo control sólo en la provincia de Buenos Aires en cuanto al CTC y sólo en Tucumán en el caso del PAC. Respecto de los tres modelos, las dimensiones de los efectos variaron por módulo, lo cual brindó importante información acerca de las dimensiones que debería mejorarse. Por ejemplo, en el programa Matemáticas para todos, el progreso más considerable se observó en el campo de la aritmética.
El proyecto experimental provee valiosa información sobre los criterios pedagógicos y los materiales de los planes de estudios que son eficaces cuando los maestros tienen importantes deficiencias pedagógicas y curriculares, y cuando los alumnos provienen de sectores desaventajados desde el punto de vista socioeconómico. En general, los resultados indican que el aprendizaje aumenta a medida que los modelos pedagógicos se distancian de la práctica actual de memorización de fórmulas.
El proyecto también reveló la incertidumbre de muchos maestros en cuanto a la forma de apartarse de los métodos de enseñanza tradicionales. La evaluación cualitativa puso de relieve que un aspecto clave para abordar este problema es la combinación de la formación tradicional de docentes con tutoría continua para docentes, tanto en grupo como en forma individual.
Sobre la base de los resultados del análisis económico del proyecto experimental, el PAC se establecerá a escala nacional por medio de una operación financiada por el BID. Matemáticas para todos también se ampliará a fin de que beneficie a alumnos de toda la Argentina. Habida cuenta de la breve duración del ensayo, la aplicación experimental del modelo CTC continuará en 200 escuelas primarias.
Las conclusiones figuran en el informe del BID titulado Panorama de la efectividad en el desarrollo en 2010, donde se trata el aporte al desarrollo de varios proyectos en curso en América Latina y el Caribe y se informa acerca de los progresos hechos por el Banco en materia de incremento de la transparencia y la responsabilidad.
(El artículo fue actualizado el 1 de abril para nombrar las instituciones que llevaron a cabo la evaluación.)