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Luchando por la transparencia

Pensó en escribir libretos de cine y ahora, tal vez sin proponérselo, contribuye a escribir un capítulo más de la historia de Nicaragua.

Roberto Courtney, un abogado y licenciado en economía de 37 años, es el director ejecutivo de Ética y Transparencia, organismo que en los últimos años ha trabajado temas electorales, de participación ciudadana y de anticorrupción en su país.

Courtney dejó Nicaragua en 1983 para iniciar un largo peregrinaje académico y profesional por Estados Unidos. Finalizada la secundaria, se licenció en economía en Loyola University y estudió derecho en Georgetown University. Trabajó primero en el departamento legal del Hospital Psiquiátrico de Manhattan y más tarde en una oficina de abogados de Wall Street y otra de Los Angeles hasta 1993, año en que abrió su propia oficina en esta última ciudad. En 1996, después de haber tenido un par de buenos casos, cerró la oficina de Los Angeles y regresó a Nicaragua por un tiempo, para escribir.

“Quería escribir guiones de películas y algunos ya estaban bastante adelantados”, explica. Una conversación en la sala de espera de un aeropuerto con uno de los directivos de Ética y Transparencia, quien le contó acerca de su trabajo, cambió el rumbo de su vida. “Así fue como decidí quedarme por un rato. Nicaragua es un país en formación y sentí la necesidad del trabajo. Si lo ves como una película, ha habido grandes progresos y esos progresos han hecho que me quede”, cuenta.

Ética y Transparencia ha jugado un papel importante en la consolidación de la democracia nicaragüense. A finales de los años noventa, este organismo dirigió un Diálogo Nacional convocado por el gobierno como consecuencia de la crisis de gobernabilidad que se produjo tras el debilitamiento en las conversaciones entre el gobernante Partido Liberal y el Frente Sandinista de Liberación Nacional. En el diálogo participaron alrededor de 57 organizaciones y se firmaron más de 200 acuerdos en materia de economía y gobernabilidad.

Ética y Transparencia también ha actuado como observadora en las elecciones nacionales de 1996 y 2001 (en las últimas fue el único grupo nacional que realizó un conteo rápido a partir de las actas de escrutinio), las elecciones de la Costa Atlántica en 1998 y 2002, y las elecciones departamentales del 2000. Según declaró Jimmy Carter, ex presidente de Estados Unidos, en la víspera de las elecciones del 2001, una de las garantías con las que se podían contar era "la calidad e integridad que ofrecerá Ética y Transparencia en el conteo rápido". "Para mí", dijo Carter, “ellos son uno de los mejores organismos cívicos del mundo por los resultados independientes que garantizan”.

Desde el año pasado Ética y Transparencia ha intensificado su labor de lucha contra la corrupción. “Queremos que todo esto se traduzca en el mejoramiento de la justicia, del proceso de contrataciones públicas, de licitaciones, de compras del Estado y de privatizaciones. Le estamos tomando la palabra al gobierno en cuanto a efectuar una revolución ética”, asegura. “La gente confía en Ética y Transparencia, en alguna medida somos sinónimo de garantía y eso es muy importante”, comenta.

Courtney se siente satisfecho con el trabajo realizado hasta la fecha, pero sabe que aún falta camino por recorrer. Y si algún día se logran todas esas metas, Courtney siempre podrá volver a escribir o a tocar el saxofón, a pesar de que él mismo reconoce que “toca con más entusiasmo que habilidad”.

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