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El BID asigna 10,4 millones de dólares para preservar las Galápagos

Las Islas Galápagos, uno de los más preciados tesoros ecológicos del mundo, contarán con un préstamo de 10,4 millones de dólares que el BID ha aprobado para asistir al Ecuador a proteger el medio ambiente del archipiélago y elevar el nivel de vida de sus residentes.

Los recursos aprobados por el Directorio Ejecutivo del Banco contribuirán a poner en marcha la Reserva Marina de las Galápagos, creada para proteger las 15 islas que componen el archipiélago. El programa estará a cargo de la Dirección del Parque Nacional Galápagos, que administra 97 por ciento de la superficie de las islas como también la reserva marina. El programa apunta además a reducir la amenaza que presentan especies foráneas introducidas en años recientes, a fortalecer la gestión ambiental y a asistir a las municipalidades locales a mejorar sus instalaciones de saneamiento.

La nueva iniciativa es producto de un estudio de viabilidad que financió el BID y complementará otros programas financiados por organizaciones internacionales, fundaciones privadas y países donantes.

Gestión participativa. Esfuerzos anteriores para proteger los ecosistemas de las Galápagos han despertado a menudo resistencia de parte de los pescadores locales que consideran las limitaciones regulatorias una amenaza a su forma de ganarse el sustento. El nuevo programa tomará contacto con grupos comunitarios y pobladores de las islas, brindándoles capacitación y educación y la oportunidad de participar en la toma de decisiones. "Los resultados del programa dependerán de la configuración de una visión compartida de una comunidad que es responsable por la administración de sus recursos", dijo Eduardo Figueroa, jefe del equipo del proyecto del BID.

El programa del BID incluye un sistema de gestión participativa cuyo objetivo es la reducción de los conflictos en torno a los recursos y la garantía de una protección sostenible de los ecosistemas marinos y costeros. Se contempla asimismo la inscripción y seguimiento de los pescadores locales, a los que se les ofrecerá capacitación para ayudarles en la transición a actividades con menor impacto sobre el medio ambiente.

El plan financiará además un sistema de control y seguridad marítimos para detectar la presencia de embarcaciones dentro del perímetro de la reserva. El sistema comprenderá la instalación de equipos de radar y posicionamiento vía satélite y la adquisición de lanchas patrulleras para aplicar las normas vigentes y atender situaciones de emergencia en el mar.

La administración de la reserva marina comprenderá también la educación y capacitación de los miembros de las cooperativas de pesca, de las asociaciones de constructores de embarcaciones, de la industria turística y otras organizaciones cívicas. Mediante investigación y seguimiento se formará una base de datos de la biodiversidad marina y se medirán las presiones que sufren los ecosistemas. Los datos permitirán además detectar eventuales faltas de cumplimiento con las leyes que limitan la inmigración.

Otro aspecto importante del programa del BID será el control de entrada de especies foráneas, plagas y enfermedades. Con ese fin se instalarán centros de cuarentena.

Mediante el programa se ofrecerá además capacitación y asesoramiento a las instituciones encargadas de la administración y protección de las islas. Las municipalidades locales recibirán asistencia para mejorar su capacidad de prestar servicios y administrar sus finanzas, lo que ampliará su potencial acceso a financiamiento de instituciones como el BID y de gobiernos extranjeros.

Otro componente del programa será la preparación de estudios para el mejoramiento de los sistemas de agua potable, alcantarillado y eliminación de residuos en las comunidades locales.

Se estima que el costo total del programa ascenderá a 13 millones de dólares. La contribución local, de 2.600.000 dólares, será solventada con los ingresos que genera la entrada de visitantes al Parque Nacional Galápagos.

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