El presidente de Nicaragua, Arnoldo Alemán, el secretario general de la Organización de los Estados Americanos, César Gaviria, y el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique V. Iglesias, inauguraron hoy una reunión del Grupo Consultivo para la Reconstrucción y Transformación de Nicaragua.
Esta iniciativa internacional apoya los esfuerzos del gobierno y del pueblo nicaragüenses por recuperar a su país de los destrozos causados por el huracán Mitch a fines de 1998 y modernizar su economía y sus instituciones.
"Nicaragua, por primera vez en muchas décadas, logra encaminarse simultáneamente hacia la democracia política, hacia el crecimiento económico y hacia la justicia social. Estos tres objetivos interdependientes son a la vez esenciales para el mantenimiento de la paz social", dijo Iglesias en su discurso. "Se han hecho progresos que están claramente identificados, pero evidentemente la tarea continúa y queda mucho por hacer. Es en esta etapa donde se requerirá aún más la cooperación internacional".
Durante la reunión de dos días, celebrada en la sede central del BID, delegados de países donantes e instituciones multilaterales analizarán junto a representantes del gobierno y de la sociedad civil de Nicaragua la marcha del programa de reconstrucción y transformación nacional lanzado en 1999.
Los participantes escucharán presentaciones de expositores nicaragüenses sobre el desempeño de la economía, el problema de la deuda externa, las políticas para aumentar la transparencia en el manejo de los fondos públicos y la gestión de la administración pública, las reformas para tornar más eficiente al Estado, los programas de descentralización y desarrollo municipal y las medidas tomadas para prevenir desastres naturales.
Asimismo, recibirán un informe sobre el programa de reconstrucción y transformación de Nicaragua de parte de un grupo de seguimiento formado por representantes de países donantes y organizaciones multilaterales.
Antecedentes de la reunión
Nicaragua fue uno de los países más severamente golpeados por el huracán Mitch, que asoló América Central a fines de octubre de 1998. Las inundaciones y deslizamientos de lodo provocadas por el fenómeno climatológico mataron a más de 3.000 personas en ese país y afectaron a unas 870.000 personas, o casi 20 por ciento de la población. Los daños a la infraestructura física y económica causaron casi 1.000 millones de dólares en pérdidas.
En respuesta a la tragedia centroamericana, el BID organizó una serie de reuniones de grupo consultivo. En un encuentro celebrado en mayo de 1999 en Estocolmo, la comunidad internacional se comprometió a brindarle más de 9.000 millones de dólares en ayuda humanitaria, financiamiento a largo plazo y alivio de deuda a los países azotados por el Mitch. En el caso de Nicaragua, esos compromisos ascendieron a 2.600 millones de dólares.
En Estocolmo los donantes y los beneficiarios suscribieron una declaración en la cual acordaron que América Central sería modernizada sobre la base de la democracia, el desarrollo sostenible y la reducción de la pobreza y guiada por principios como:
- El fortalecimiento de la democracia, el estado de derecho y la protección de los derechos humanos, especialmente para los sectores más vulnerables de la población.
- La expansión de la participación ciudadana por medio de la descentralización de responsabilidades y recursos a las municipalidades.
- La modernización del Estado y la transparencia en el manejo de los fondos públicos, sean de origen local o foráneo.
- La reducción de la vulnerabilidad ecológica y social mediante sistemas de alerta temprana contra desastres naturales y mecanismos de defensa civil para responder a emergencias.
BID y Nicaragua
Desde el paso del Mitch el BID ha aprobado operaciones para Nicaragua por casi 228 millones de dólares. Esos financiamientos apoyan programas de rehabilitación de la carretera Panamericana, la modernización de los sectores de agua potable, saneamiento y electricidad, de reforma educativa y de fortalecimiento de programas sociales y de las instituciones de rentas fiscales, de reducción de la pobreza y de modernización del sector salud.
El Banco además está trabajando sobre proyectos en Nicaragua para mejorar el sistema de compras y contrataciones estatales y modernizar el sistema judicial y diversos programas de desarrollo comunitario, vivienda, caminos rurales, manejo de recursos naturales, educación terciaria, protección de sectores sociales vulnerables y fortalecimiento de instituciones de servicios sociales.