TEGUCIGALPA – El presidente hondureño, Ing. Carlos Roberto Flores, inauguró hoy una reunión del Grupo Consultivo para la Reconstrucción y Transformación de Honduras, organizada por el Banco Interamericano de Desarrollo.
En la ceremonia de inauguración, el BID destacó el progreso logrado por el gobierno y el pueblo hondureños en la recuperación de su país desde que fuera devastado por el huracán Mitch a fines de 1998.
Asimismo el Banco instó a la comunidad internacional a mantener su apoyo al Programa Maestro de Reconstrucción y Transformación Nacional de Honduras, que apunta a modernizar la economía y las instituciones hondureñas para alcanzar un desarrollo sostenible en un marco de democracia y equidad social.
“El pueblo hondureño tiene ante sí el gran desafío de la reconstrucción y transformación de su país”, afirmó en la ceremonia Miguel E. Martínez, gerente del Departamento Regional de Operaciones II del BID para América Central, México, República Dominicana y Haití, quien preside el Grupo Consultivo. “Ya se han sentado cimientos sólidos sobre los cuales, con la ayuda generosa y oportuna de la comunidad internacional, podremos construir una Honduras mejor”.
En las sesiones plenarias de la reunión de Tegucigalpa, que se extenderán hasta el martes, participarán representantes del gobierno de Honduras y de la sociedad civil hondureña y delegados de más de 40 países cooperantes y organismos multilaterales.
Este encuentro dará seguimiento a la reunión del Grupo Consultivo para la Reconstrucción y Transformación de América Central celebrada en mayo de 1999 en Estocolmo. Allí la comunidad internacional se comprometió a aportarle a Honduras, la nación más golpeada por el Mitch, unos 2.800 millones de dólares a lo largo de cuatro años. Ese monto incluye tanto ayuda humanitaria como financiamiento a largo plazo y alivio de deuda.
En esta oportunidad, los participantes evaluarán la marcha del Plan Maestro de Reconstrucción y Transformación Nacional de Honduras, con vistas a impulsar ese proceso de reformas mediante el fortalecimiento de las instituciones públicas y cívicas hondureñas para acelerar la ejecución de proyectos y el desembolso de la ayuda internacional.
Hacia una Honduras mejor
Los logros de Honduras en los 14 meses que mediaron desde que el huracán arrasó América Central resultan aún más notables ante la magnitud de la destrucción causada por el Mitch y las adversas condiciones climáticas que padeció la nación el año pasado.
El huracán desató masivas inundaciones y deslizamientos de tierra que le costaron la vida a más de 13.000 hondureños. Además de provocar pérdidas económicas y daños a la infraestructura de Honduras por unos 3.600 millones de dólares, el Mitch dejó a cientos de miles de personas sin hogar y sin empleo.
Con el esfuerzo de su pueblo y el apoyo de la comunidad internacional, Honduras ha rehabilitado cientos de kilómetros de carreteras y caminos y ha reconstruido puentes, escuelas, clínicas, sistemas de agua potable y otras obras de infraestructura esenciales. Asimismo, ha reactivado al campo y otros sectores productivos claves.
Estos avances se alcanzaron en un contexto de notable estabilidad macroeconómica. Como consecuencia de una administración prudente y el ingreso de asistencia internacional, en 1999 el producto bruto interno de Honduras se contrajo menos que lo estimado inmediatamente después del huracán. Para el 2000, se prevé una recuperación moderada del crecimiento económico, del orden del 3 ó 4 por ciento.
A fin de catalizar la ayuda internacional para los proyectos de reconstrucción y programas de reformas institucionales y políticas preparados por Honduras, los países y organismos donantes trabajarán con las autoridades hondureñas y su sociedad civil. Su guía serán los principios de la Declaración de Estocolmo: una democracia participativa y respetuosa de los derechos humanos, el buen gobierno y la transparencia en la administración de los fondos públicos, la descentralización y el desarrollo municipal y la reducción de la vulnerabilidad social y ambiental.
El BID espera que, al fortalecerse aún más la capacidad local para ejecutar el Plan Maestro de Reconstrucción y Transformación Nacional y determinar sus prioridades, se acelerarán los proyectos y los desembolsos de la ayuda externa. Esto, sumado a los programas hondureños para reducir la pobreza y mejorar la eficiencia y la transparencia en áreas tales como las adquisiciones y contrataciones estatales, redundará en un proceso de desarrollo sostenible y equitativo.
El papel del BID
Como la principal fuente de financiamiento multilateral para América Latina y el Caribe, el BID dedicará un importante flujo de recursos al programa hondureño. Desde el paso del Mitch a fines de 1998 el Banco ha aprobado 270,2 millones de dólares en préstamos para Honduras. Para los próximos cuatro años, se espera lograr un nivel cercano a los 500 millones de dólares en aprobación de nuevos proyectos.
Estos financiamientos, otorgados en condiciones concesionales, se dedican principalmente a proyectos con objetivos sociales que benefician a los sectores más vulnerables de la población. Los recursos han impulsado la reconstrucción de caminos y puentes y la rehabilitación de escuelas, clínicas y sistemas de agua y saneamiento, así como programas en sectores como salud, vivienda, desarrollo comunitario y rural. Futuros préstamos se orientarán a la reducción de la pobreza, planes de reforma educativa y salud, reactivación rural, el manejo de las cuencas hidrográficas y el desarrollo del sector privado.