

El MICI fue establecido en 2010 como una instancia de último recurso para que personas que se consideren afectadas por operaciones financiadas por el Grupo BID puedan elevar sus reclamos vinculados con un supuesto incumplimiento por parte de la institución con sus políticas de salvaguardias y estándares ambientales y sociales. Esta evaluación responde a la solicitud de los Directorios del BID y de BID Invest para que OVE examinara de manera independiente la política del MICI y su aplicación.
Busca informar a los Directorios del BID y de BID Invest sobre la medida en que, en el marco actual de su política, el MICI ha sido un mecanismo efectivo y eficiente para
La evaluación busca además informar sobre la accesibilidad al mecanismo por parte de los solicitantes y la medida en que el MICI ha desempeñado sus funciones de manera independiente, objetiva, imparcial y transparente.
La actual política corrigió importantes problemas identificados por OVE en su evaluación de 2012 que limitaban el buen funcionamiento del MICI. No obstante, un tema clave que quedó pendiente es la exclusión judicial que sigue siendo motivo de diferentes interpretaciones y un importante factor que limita el funcionamiento efectivo del MICI. Otras limitaciones que han surgido en la aplicación de la política en los últimos años en gran medida han sido solventadas por el MICI de manera consistente con la lógica de intervención de los mecanismos de rendición de cuentas. Esto es evidencia de que existe suficiente margen para que el MICI gestione las limitaciones de la actual política, siempre que se enmarquen en la lógica de intervención de este tipo de mecanismos, sin que sea necesario una nueva revisión integral de la política.
Entre diciembre de 2014 y junio de 2020:
A pesar de los esfuerzos del MICI en materia de promoción y facilitación de acceso, la integración de estos esfuerzos a nivel institucional es un importante desafío. La tarea de dar a conocer el mecanismo no es solo del MICI; también le corresponde a la Administración del Grupo BID. Sin embargo, no queda claro que a nivel institucional exista consenso sobre la importancia de dar a conocer el mecanismo y la forma de lograrlo.
Esta dificultad tuvo que ver, en gran medida, con la falta de un sistema de gestión de reclamos al interior del Grupo BID durante el periodo bajo evaluación. OVE encontró importantes inconsistencias en la forma en que la Administración atendió los contactos realizados por los solicitantes antes de acceder al MICI. Las nuevas políticas ambientales y sociales del Grupo BID buscan subsanar este vacío al establecer las bases para un sistema de gestión de reclamos.
La activación de la exclusión eliminó temas centrales de los reclamos y de gran importancia para el Grupo BID en cuanto a la aplicación de sus políticas de salvaguardias y estándares ambientales y sociales, tales como reasentamiento, desplazamiento económico, y consultas públicas. La exclusión de estos temas elimina la posibilidad de atender casos de incumplimiento y afectación negativa a los solicitantes, dejando posibles pasivos ambientales y sociales desatendidos que podrían resultar en un riesgo reputacional para el Grupo BID. Además, la exclusión judicial se ha invocado en elegibilidad múltiples veces y sin fundamento, principalmente por la administración, generando ineficiencias en el proceso.
En general, el MICI está operando en conformidad con los principios establecidos en su política: independencia, objetividad, imparcialidad, transparencia y eficiencia. La gestión de casos en la Fase de Verificación de la Observancia da cuenta de los mayores desafíos que implica un proceso que por naturaleza es contencioso y que ha estado sujeto a prácticas que comprometen la independencia del MICI. El MICI ha estado sujeto a decisiones del Directorio en aspectos que han afectado su capacidad de actuar de manera independiente. Además, si bien se observa una evolución positiva en la relación entre la Administración y el MICI, por naturaleza contenciosa, algunas prácticas de la Administración entorpecen el trabajo del MICI y limitan su capacidad de actuar de manera independiente. En algunas situaciones específicas, el MICI también ha actuado en menoscabo de su propia independencia.
El MICI ha facilitado varios acuerdos durante los últimos años, demostrando además capacidad para facilitar acuerdos más complejos que en el pasado. Los acuerdos han comprendido medidas dirigidas a abordar los problemas de los solicitantes, y a pesar de algunos atrasos, ya se registran resultados.
Las investigaciones todavía no han tenido resultados concretos para los solicitantes, a pesar de los hallazgos de incumplimiento y daños relacionados. Las recomendaciones del MICI no siempre han requerido tomar medidas para que el proyecto entre en cumplimiento con las políticas operativas, y el Directorio no siempre ha requerido la elaboración y seguimiento de planes de acción. Existen además factores sistémicos que limitan la capacidad de los mecanismos para asegurar la adopción de medidas correctivas, por ejemplo, cuando el proyecto termina no siendo financiado por el MDB o el préstamo es repagado anticipadamente a pesar de los pasivos ambientales y sociales desatendidos y el riesgo reputacional para el MDB.
El MICI ha ayudado a generar lecciones relevantes a partir de los casos gestionados, en temas de importancia para la sostenibilidad ambiental y social de los proyectos del Grupo BID, tales como divulgación de información, consultas públicas, y desplazamiento económico. La Administración ha adoptado medidas correctivas en estos temas e incorporado lecciones en el desarrollo de los nuevos marcos de políticas ambientales y sociales. Sin embargo, hay espacio para que el MICI profundice sus esfuerzos en materia de análisis de temas recurrentes y sistémicos con base en la experiencia acumulada en 10 años.
La evaluación encontró importantes avances en términos del funcionamiento del MICI, reflejo de la restructuración del mecanismo, así como del proceso de consolidación y aprendizaje institucional que ha tenido desde la aprobación de su política en 2014. El MICI ha podido definir su plan de trabajo y gestionar sus recursos con independencia de la Administración, y un cambio significativo en su operación se relaciona al seguimiento y observancia de los procedimientos y regulaciones del Banco. Existen importantes oportunidades para continuar fortaleciendo las capacidades internas del mecanismo. No existe a la fecha un plan para la capacitación continua del personal del MICI. Si bien el MICI ha construido importantes capacidades durante los últimos años, en un contexto de casos más complejos, el MICI no cuenta con personal con experiencia en la aplicación práctica de las políticas de salvaguardias y estándares ambientales y sociales.
MICI | Administración del BID y BID Invest | Directorios del BID y BID Invest | ||
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1
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Implementar el sistema de gestión de reclamos ambientales y sociales de la administración del Grupo BID de manera que se articule con el MICI | |||
2
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Dejar sin efecto la exclusión judicial | |||
3
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Reforzar la Independencia del organismo | |||
4
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Asegurar la adopción de medidas correctivas cuando existan hallazgos de incumplimiento con las políticas y daños relacionados | |||
5
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Fortalecer la capacidad interna del MICI |