

COVID-19: ¿Qué podemos aprender de respuestas anteriores a crisis de salud pública?
La pandemia de COVID-19 está teniendo repercusiones económicas y humanitarias sin precedentes en todo el mundo. Para abordar la situación de manera eficaz, las medidas de respuesta y recuperación deben guiarse por evidencia. Ahí entra en juego la evaluación, ya que nos puede decir qué funciona, qué no y por qué.
En junio, la Oficina de Evaluación y Supervisión (OVE) convocó a los siguientes evaluadores, que analizaron la respuesta de su respectiva institución a anteriores crisis de salud pública como el ébola y la gripe aviar: Maya Vijayaraghavan, del Banco Asiático de Desarrollo (BAsD); Beth Plowman, del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF); y Stephen Hutton, del Banco Mundial. Ivory Yong-Prötzel, Directora de OVE, fungió como moderadora.
El debate del panel giró en torno a las lecciones aprendidas en materia de evaluación que se derivan de anteriores crisis de salud pública y su pertinencia para afrontar la pandemia de COVID‑19. Las principales conclusiones fueron las siguientes:
Reorientarse a la preparación: Según Hutton (Banco Mundial), los organismos multilaterales de desarrollo a menudo enfrentan dificultades para mantenerse enfocados en agendas relacionadas con crisis después de que estas crisis se disipan, lo cual limita su capacidad para aprender y aplicar lecciones. Por eso es importante pasar a un enfoque de preparación ante pandemias, similar a como se hizo en el caso de los desastres naturales que se han reorientado de la respuesta ante emergencias concretas hacia la preparación ante emergencias. También es esencial aprovechar el tiempo que transcurre entre crisis para generar capacidad, pues resulta prácticamente imposible atender todos los aspectos de una emergencia en plena crisis.
Interactuar con las comunidades y comunicación: Plowman (UNICEF) indica que una característica distintiva de las emergencias de salud pública con respecto a otros tipos de emergencia es que la crisis se puede extender a mayor velocidad de una comunidad a otra. La intervención de especialistas en antropología y sociología médicas ha sido fundamental para entender mejor a las comunidades y ayudar al UNICEF a interactuar con ellas de manera más eficaz. A partir de esa experiencia, UNICEF ha establecido una plataforma de investigación en ciencias sociales para comunicar mejor los nuevos descubrimientos sobre el ébola y ahora sobre la pandemia de COVID-19.
Colaborar e intercambiar conocimiento: Vijayaraghavan (BAsD) indica que el BAsD ha aprendido de otras emergencias (como los desastres naturales y las epidemias) para poder responder mejor y con rapidez, por ejemplo, aprovechando el conocimiento especializado de toda una institución y agilizando los procesos operativos y de aprobación. El “enfoque de un solo BAsD” se basa en la idea de sumar el conocimiento y la pericia de toda la organización
Retroalimentación en contextos de rápida evolución: Para Vijayaraghavan, la verdadera dificultad en las crisis de salud es que no hay suficiente intercambio de información mientras se ejecutan los programas de respuesta a la crisis. En el caso de la pandemia de COVID-19, sería útil saber si los programas funcionan o no y por qué, y qué puede hacerse para mejorarlos durante su implementación.
Gerencia adaptativa: Plowman indica que es imposible lograr un aprendizaje adaptativo sin una gerencia adaptativa. La cultura institucional y la actitud frente al riesgo determinan si la gerencia de una organización es flexible y está dispuesta a adaptarse. Tomar decisiones rápidamente con base en información limitada puede ser complicado en algunas instituciones, en especial si predomina una cultura en la que se evita el riesgo. Recientemente, el departamento de evaluación del UNICEF comenzó a proporcionar a la gerencia información que se caracteriza como “suficientemente buena” para guiar la adopción de decisiones en tiempo real sobre la respuesta a la COVID-19.
Aprendizaje emergente: Hutton explica que en el Banco Mundial, el aprendizaje en tiempo real sobre comunicación y sensibilización pública fue de particular importancia para inducir un cambio conductual configurando mensajes eficaces sobre la gripe aviar. Por eso las instituciones que operan en el contexto de una crisis mundial necesitan practicar el aprendizaje emergente. Para ello, en una reunión previa a la acción, se debe definir en qué consistiría tener éxito y qué problemas podrían encontrarse, además de verificar los resultados en una revisión posterior a la acción que ayudaría a extraer lecciones y modificar la táctica mientras el proyecto (o intervención similar) aún está en marcha.
Recopilar datos antes de que finalicen los proyectos: Plowman indica que la evaluación de la respuesta del UNICEF ante el ébola se realizó al concluir el ciclo de proyectos, lo cual fue demasiado tarde para recabar todas las adaptaciones importantes que se habían hecho y las dificultades que fueron surgiendo durante el brote . Para entender bien los matices del proceso de implementación, es crucial empezar a recopilar información con miras a una evaluación mientras la respuesta a la crisis se está implementando.
Planificar en una etapa temprana y evaluar en tiempo real: Según Vijayaraghavan, para evaluar las respuestas a la pandemia del COVID-19, los evaluadores deben planificar desde el principio, hacer un seguimiento de la respuesta institucional (financiamiento y procesos) y prepararse para una posible evaluación en tiempo real que permita calibrar las probabilidades de que la respuesta sea eficaz.
Colaborar estrechamente con los equipos de implementación: Hutton indica que es importante que las evaluaciones en un entorno de crisis sirvan de insumo sobre lo que funciona y lo que no funciona desde el inicio y durante la implementación de los proyectos. Este enfoque tal vez requiera un replanteamiento en cuanto a la independencia de las oficinas de evaluación, porque una evaluación en tiempo real exige colaborar en forma estrecha con los equipos de implementación .
Como señaló la directora de OVE en sus comentarios finales, es importante que, a pesar de las prioridades cambiantes, las instituciones estén preparadas para futuras emergencias, de modo que puedan brindar a los países un apoyo eficaz en tiempos de crisis, centrando la atención en las poblaciones más afectadas por la crisis y las más vulnerables. El intercambio de conocimiento con instituciones y regiones es fundamental para afrontar crisis complejas como la pandemia de COVID-19.
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Video en español
Video completo del panel virtual de OVE: Cómo responder a la COVID-19: Lecciones que se desprenden de la evaluación de respuestas a crisis anteriores de salud pública, 5 de junio de 2020.
Ivory Yong-Prötzel (moderadora), Directora de la Oficina de Evaluación y Supervisión (OVE), Banco Interamericano de Desarrollo.
Beth Ann Plowman, Especialista Senior en Evaluación, UNICEF.
Dirigió la evaluación UNICEF’s Response to the Ebola Outbreak in West Africa 2014‑2015.
Maya Vijayaraghavan, Departamento de Evaluación Independiente, Banco Asiático de Desarrollo.
Es autora de Responding to the Novel Coronavirus Crisis: 13 Lessons from Evaluation.
Stephen Hutton, Grupo de Evaluación Independiente, Banco Mundial.
Dirigió la evaluación Responding to Global Public Bads: Learning from Evaluation of the World Bank Experience with Avian Influenza 2006-13.