Las consultas de baja calidad pueden dar lugar a demoras, quejas y costos adicionales en los proyectos, según un nuevo informe del Banco Interamericano de Desarrollo
Hacer las cosas adecuadamente con las partes interesadas es crucial para alcanzar el éxito en los proyectos de desarrollo. Sabemos que pueden surgir conflictos con las comunidades locales y otras partes interesadas si el proceso de consulta no es sistemático, transparente y significativo para todas las partes involucradas. Incumplir estos puntos puede devenir en demoras o incluso el fracaso del proyecto, acarreando significativos costos para todos aquellos involucrados: la comunidad, la agencia ejecutora, e incluso los potenciales beneficiarios.
El Banco Interamericano de Desarrollo ha elaborado recientemente una publicación que detalla buenas prácticas internacionales para consultas significativas con las partes interesadas.
“Bien implementadas, las consultas y el compromiso de las partes interesadas con el financiamiento de los proyectos traen beneficios para el proyecto, la comunidad local, y la sociedad en un sentido más amplio”, expresa Janine Ferretti, Jefa de la Unidad de Salvaguardias Ambientales y Sociales del BID. “Contribuyen a la sostenibilidad general del proyecto, desarrollando la confianza y el sentido de propiedad de los habitantes y reducen los impactos negativos, tales como aquellos asociados con el reasentamiento producto del proyecto”.
Las consultas significativas, uno de los requisitos entre las políticas del BID, implican un diálogo y una participación bidireccional más que de una divulgación unidireccional de información; es un proceso, y no uno o unos pocos eventos aislados; e involucra a las personas en las comunidades afectadas y a otras partes interesadas relevantes.
Las buenas prácticas internacionales actuales establecen diez elementos clave que ayudan a orientar el desarrollo y ejecución de consultas significativas:
1. Identificación de asuntos prioritarios: ¿Cuáles son los riesgos y las oportunidades probables que surgen del proyecto?
2. Análisis de las partes interesadas y plan de consultas: ¿A quién afecta el proyecto y quién tiene intereses que pueden influir en los resultados? ¿Cómo se relacionará el proyecto con ellos?
3. Información previa: ¿Cómo se proporcionará información a las partes interesadas antes de la consulta y de los eventos de consulta de manera significativa?
4. Foros y métodos adecuados para el proceso de consulta: ¿Cómo deberían organizarse los eventos de consulta?
5. Mecanismos de quejas y reclamos: ¿Cómo pueden pedir reparación las partes interesadas cuando piensan que el proyecto les está causando un daño a ellos o al medio ambiente?
6. Decisiones sobre el diseño e implementación que tienen en cuenta las perspectivas de las partes interesadas: ¿Cómo se abordarán las preocupaciones y recomendaciones de las partes interesadas en la toma de decisiones del proyecto y en el sistema de gestión general?
7. Retroalimentación a las partes interesadas y transparencia en la toma de decisiones: ¿Cómo se informará a las partes interesadas sobre las decisiones del proyecto y la manera en que se han incorporado sus opiniones y aportes?
8. Datos de línea de base, planes de acción y sistemas de gestión: ¿Cuáles son los planes de acción que implementará el proyecto para reducir el riesgo y mejorar los beneficios para las partes interesadas del proyecto? ¿De qué forma el proyecto establecerá y mantendrá un sistema de gestión adecuado para abordar los asuntos ambientales y sociales?
9. Documentación y divulgación pública: ¿Cuáles son los mecanismos establecidos para documentar y divulgar información relevante del proyecto?
10. Consultas continuas con las partes interesadas durante la implementación: ¿Cuáles son los mecanismos establecidos para asegurar que se mantiene a las partes interesadas informadas e involucradas durante la implementación del proyecto?
Abordar estos problemas de forma explícita y sistemática es clave para diseñar y emprender un proceso de consulta significativa con las partes interesadas.
En el BID trabajamos para mejorar nuestro compromiso con las partes interesadas y comunidades en los proyectos de desarrollo. Cada proyecto que financiamos que posee un riesgo ambiental y/o social requiere consultas con las partes afectadas y la consideración de sus perspectivas. En proyectos financiados por el BID, la consulta con partes interesadas es responsabilidad principalmente del prestatario mediante la agencia de implementación del proyecto, pero el BID cumple un rol complementario para ofrecer explicaciones, sugerencias y apoyo, durante todo el ciclo del proyecto.
Acerca del BID
El Banco Interamericano de Desarrollo tiene como misión mejorar vidas. Fundado en 1959, el BID es una de las principales fuentes de financiamiento a largo plazo para el desarrollo económico, social e institucional de América Latina y el Caribe. El BID también realiza proyectos de investigación de vanguardia y ofrece asesoría sobre políticas, asistencia técnica y capacitación a clientes públicos y privados en toda la región.