El círculo vicioso de los empleos precarios

Empleos para crecer presenta nueva evidencia sobre el funcionamiento del mercado laboral de América Latina y el Caribe, que se sintetiza en tres aspectos clave.

Una región atrapada en empleos precarios

A pesar de los avances económicos y sociales de la última década, en América Latina y el Caribe los empleos siguen siendo de mala calidad: El 55% de los empleos de la región son informales. Aunque las cifras de desempleo en la región son bajas, esconden una elevada rotación y muchas transiciones laborales: la antigüedad promedio es un 40% inferior a la OCDE, y la mayoría de transiciones laborales en países como Brasil, Argentina o México suponen una pérdida de salario o beneficios. Además, la inversión en capital humano no llega al 8% de los trabajadores.

Más de la mitad de los trabajadores están preocupados o muy preocupados por perder su empleo

La productividad laboral sigue siendo baja

Comparada con la OCDE, la productividad promedio de la región ha crecido muy modestamente (sólo un 26.6% desde 1990) respecto a Asia, Norteamérica o Europa Occidental. Si no se impulsan cambios significativos, las tasas de crecimiento del PIB esperadas para los próximos años serán insuficientes para mantener avances en materia de pobreza y equidad

Factores que se retroalimentan

En la región, factores como la inestabilidad laboral, la baja inversión en el capital humano, la informalidad y la baja productividad parecen retroalimentarse, de manera que millones de trabajadores acaban atrapados en una situación de pobreza, inequidad, falta de oportunidades y bajo crecimiento económico.

El libro revela que, en América Latina y el Caribe, los costos de contratar formalmente a un trabajador son demasiado altos respecto a la productividad y representan, en promedio, más del 39% de lo que este producirá. Sólo el salario mínimo y los costes no salariales ya son un 50% más altos que en la OCDE.

Para corregir esta solución, Empleos para crecer propone una batería de políticas laborales.