¿POR QUÉ EL LABORATORIO DE CAPITAL NATURAL?
A pesar de representar solo el 16% de la superficie terrestre del planeta, América Latina y el Caribe (ALC) posee el 40% de la diversidad biológica mundial y contiene siete de los 25 puntos críticos de biodiversidad del mundo, seis de los 17 países "megadiversos", 11 de los 14 biomas terrestres y el segundo sistema arrecifal más grande del mundo. Más del 30% del agua dulce disponible en la tierra y casi el 50% de los bosques tropicales se encuentran en la región y ALC tiene una amplia gama de ecosistemas terrestres, de agua dulce, costeros y marinos que contienen algunas de las colecciones más ricas de aves, mamíferos, plantas y anfibios. Esta fuente única de capital –el capital natural– genera servicios fundamentales para el bienestar de las personas.
Sin embargo, los recursos naturales están amenazados. Un estudio reciente de WWF mostró que Centroamérica y Latinoamérica han perdido el 89% de sus poblaciones de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios. Los datos de Global Forest Watch muestran que cuatro de los 10 países con mayor pérdida de cobertura arbórea tropical en 2017 se encontraban en América Latina. Las tasas de deforestación de los manglares son de tres a cinco veces más altas en todo el mundo que las de los bosques terrestres. En nuestros océanos, el 90% de las poblaciones de peces están plenamente explotadas o sobreexplotadas, y se ha detectado contaminación plástica en todos los principales medios marinos. La contaminación química y atmosférica sigue avanzando y la OMS estima que el 90% de la población mundial respira aire tóxico.
McKinsey estima que se necesitan entre 300.000 y 400.000 millones de dólares cada año para preservar y restaurar los ecosistemas, pero los proyectos de conservación reciben sólo 52.000 millones de dólares, la mayoría provenientes de fuentes públicas y filantrópicas. Este déficit de financiación puede abordarse, en parte, mediante la movilización de inversión privada, apoyando a los agentes privados que están aprovechando de manera sostenible el capital natural, facilitando la inversión privada en proyectos de conservación y restauración, y fomentando la innovación privada en soluciones de sostenibilidad. También se puede abordar ayudando a todos los actores –el sector público, las empresas, los empresarios y la sociedad civil– a cuantificar el valor del capital natural en términos económicos.
A medida que los países tratan de cumplir sus compromisos en virtud del Convenio sobre la Diversidad Biológica, el Acuerdo de París sobre el Clima y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 14 y 15, el uso sostenible del capital natural será de vital importancia para el cumplimiento de estos compromisos nacionales, las estrategias nacionales de desarrollo y los medios de subsistencia locales.
Existe una gran oportunidad para catalizar formas innovadoras de poner los servicios de los ecosistemas de capital natural de ALC al servicio de la región de manera eficiente y sostenible.